RÍO DE JANEIRO, 30 Jul 2016 (AFP) – Los mejores golfistas del mundo brillarán por su ausencia en Rio-2016 y, aunque el zika es la principal excusa, esta deserción está también motivada por el temor a los controles antidopaje y la falta de dinero en juego, según representantes del golf brasileño.
El golf vuelve a ser una disciplina olímpica después de 112 años de ausencia, pero lo que prometía ser una especie de abierto de la PGA, no contará con jugadores de primera línea. Los cuatro primeros del ranking mundial, el australiano Jason Day, los estadounidenses Dustin Johnson y Jordan Spieth, y el norirlandés Rory McIlroy ya descartaron disputar los Juegos Olímpicos.
Entre otros jugadores de alto perfil que tampoco jugarán en Brasil está Adam Scott, de Australia, los sudafricanos Louis Oosthuizen y Charl Schwartel, Vijay Singh (Fiyi), Hideki Matsuyama (Japón), y Victor Dubuisson (Francia). La mayoría alegó tener miedo al zika, un virus similar al dengue, con fiebre y dolores musculares, pero que en casos más raros resulta en problemas neurológicos. También puede causar malformaciones al feto cuando al virus lo contraen mujeres embarazadas.
Se estima que en Brasil más de 1,5 millones de personas han contraído la enfermedad y que 1.300 niños han nacido con microcefalia. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades brasileñas aseguraron que las posibilidades de infección son bajísimas, pues durante el invierno austral cae la proliferación del mosquito transmisor.
Adilson da Silva, 278 del mundo y único brasileño calificado para el torneo masculino de golf, dijo que “entiende los temores de otros jugadores”. “Pero representar a tu país es algo muy especial y es una pena que algunas personas no lo vean así. No puedo mentir y decir que no estoy en absoluto preocupado, pero voy a tomar precauciones. Me voy a concentrar, no en el mosquito”, subrayó.
Para Helcio Figueiredo, un jugador amateur, la excusa del zika “es una tontería”. “Tenemos niños aquí, las autoridades tomaron medidas, yo diría que el zika es una cosa del pasado”, señaló este hombre que juega en el exclusivo club de Gavea. “El zika es un componente pequeño dentro de su decisión.
Yo creo que el factor financiero, el tema de agenda, lo que le dan los Juegos de beneficios para estos jugadores en caso de victoria. Todo eso se pone sobre la balanza”, señaló por su parte el director deportivo de ese club, Abilio Junior. El factor monetario pesa, coincidió Eudes de Orleans-Braganza, presidente de la Confederación Brasileña de Golf (CBG) entre 1995 y 1998.
“Ellos ganan mucho dinero, mientras que en los Juegos Olímpicos, ganan cero por una medalla”, explicó este descendiente del último emperador de Brasil, Pedro II (siglo XIX), que también mencionó una lista de productos médicos prohibidos por el COI que podrían estar usando. “Yo creo que más que miedo al zika, es miedo a los controles antidopaje”, lanzó María Francisca, hija de Orleans-Braganza y capitana del equipo de golf femenino del club Gavea.
McIlroy poco ayudó al caso de promover el golf olímpico al decir que vería por televisión las “cosas que importan” de Rio-2016, entre las cuales no está su propio deporte. “La mayoría de los otros deportistas sueñan en ganar un título olímpico, nosotros soñamos con el abierto británico y la chaqueta verde” del Masters de Augusta, lanzó.
En todo caso, aunque la ausencia de estos grandes jugadores haga de Rio-2016 un “torneo de segunda fila”, los brasileños no dudan que será un éxito y promoverá el golf en Brasil, un país cuya pasión nacional es el fútbol. “Será un poco menos intenso pero con un nivel muy alto”, estimó Da Silva.
Y a falta de mosquitos, los jugadores tendrán que estar atentos a los caimanes, que ya se vieron por el campo olímpico, construido en una reserva natural cerca del mar. “Juego en África y de vez en cuando se ven leones, leopardos e hipopótamos. Creo que un caimán no debe ser muy diferente”, lanzó el profesional brasileño.
