Recibimos con mucho beneplácito la semana pasada la llamada y fina invitación de nuestro respetado y nuevo amigo, don Andrés Navarro, nuestro dinámico y eficiente canciller, para participar en un encuentro almuerzo en la cancillería junto a los demás ex cancilleres aún vivos del país y así intercambiar impresiones sobre la nueva política exterior que ha inspirado nuestro presidente Danilo Medina y ejecutado impecablemente nuestro canciller.
Los cambios a nivel institucional, nuestra participación proactiva en los foros internacionales, posicionamiento multilateral y bilateral a nivel mundial y una mayor participación de los diferentes sectores de nuestra sociedad en la articulación del Plan Nacional de Derechos Humanos, entre otros.
En ese encuentro participamos 7 ex cancilleres; Joaquín Ricardo, Frank Guerrero Prats, Víctor Gómez Bergés, Pedro Padilla Tonos, Ramón Emilio Jiménez Reyes, José Augusto Vega Imbert y donde solo faltó, por no estar en el país, ese gran dominicano y repúblico, don Hugo Tolentino Dipp.
Muchos de ellos viejos amigos y admiradas figuras nuestras que coincidimos en la difícil pero fascinante misión de representar y dar la cara por nuestro país ante la comunidad internacional y defender nuestros intereses soberanos, económicos, políticos, sociales, culturales, entre otros. La gran visión y clara voluntad del presidente Medina, de dotar nuestro país de mejores instituciones y una moderna y exitosa política exterior.
Cada uno de nosotros tuvimos la oportunidad de aportar algunas precisiones, experiencias y recomendaciones, que siempre serán útiles, porque dicen que las canas se vuelven plateadas bajo paso inclemente del tiempo, las vivencias, las reflexiones y las experiencias acumuladas a través de los años.
Hemos estudiado y evaluado con gran interés la nueva Ley Orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores y solo nos queda felicitar al señor presidente de la Republica, Lic. Danilo Medina y a su canciller don Andrés Navarro, por dotar a este país de un instrumento moderno y adecuado a los nuevos tiempos, que nos colocara, sin lugar a dudas, en un lugar más digno de recoger las aspiraciones y necesidades de nuestro país en materia de la importante política exterior.
A juzgar por el informe presentado por la OEA sobre las situaciones que nos llevo nuestro vecino Haití, con sus injustas y desconsideradas acusaciones, vemos como el informe final nos libera de aquellas equivocadas acusaciones contra nosotros y la verdad floreció a favor de nuestro país como debía ser, coincidiendo dicho informe con la celebración que tanto nos estimula de la llegada al salón de la fama del baseball , de nuestro gran amigo don Pedro el grande , cuyas condiciones y limpieza deportiva le permitió alcanzar dicha proeza.
