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Hace 20 años crisis obligó a modificar la Constitución

Hace 20 años crisis  obligó a modificar la Constitución

Veinte años se cumplen este jueves de la forzosa reforma constitucional por medio de la cual se buscó salida a una crisis política originada en las elecciones de mayo de 1994 que puso a la nación al borde del caos y la ingobernabilidad, debido a las denuncias de fraude contra el candidato presidencial José Francisco Peña Gómez, del Partido Revolucionario Dominicano. La modificación al texto constitucional fue sustentada en el Pacto por la Democracia, firmado el 10 de agosto, en pleno fragor de la crisis política, el cual rubricaron el presidente Joaquín Balaguer, el doctor Peña Gómez, dirigentes de otras fuerzas políticas y de instituciones de la sociedad civil.

Las elecciones del 16 de mayo de 1994 no fueron un modelo de limpieza. Antes de esa fecha, los participantes, y particularmente el PRD, habían declarado su desconfianza en los árbitros del proceso.

La junta Central Electoral fue constituida entonces por miembros de organizaciones políticas. La presidió Manuel García Lizardo, presuntamente independiente, y la integraban José Henríquez Almánzar, reformista; Fulgencio Robles López, PRD; Pompilio Bonilla Cuevas, PLD, y Luis Dhimes Pablo, del PRSC, quien fue sustituido por Leonardo Matos Berrido.

Desde tempranas horas del 16 de mayo, se supo que muchos votantes no aparecían en los padrones que se usaban en las mesas electorales, no obstante indicarlo su documento de identidad.

Observadores de la Organización de Estados Americanos indicaron que el 74 por ciento de los impedidos de votar simpatizaba por Peña Gómez y el 17 por ciento habría votado por Balaguer.

El pacto

El 10 de agosto tuvo efecto la reunión de los líderes políticos de la nación, en la que se firmó el Pacto por la Democracia que pondría fin al conflicto poselectoral y que implicaría una reforma apresurada de la Constitución.

Fue suscrito por los candidatos presidenciales Balaguer y Peña Gómez; por el secretario general del PLD, Lidio Cadet; el vicepresidente de la República electo, Jacinto Peynado; el arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López Rodríguez, y el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Agripino Núñez Collado.

Además, Euclides Gutiérrez Félix, Leonel Fernández, Danilo Medina, Rafael Kasse Acta y Ramón Ventura, del PLD. Por igual, firmaron Ney Arias Lora, Rafael Bello Andino, Federico Antún Batlle y Eduardo Estrella, del PRSC.

En tanto que por el PRD lo suscribieron Hatuey De Camps, Rafael Suberví Bonilla, Rafael Taveras, William Jana, Héctor Aristy, Vicente Bengoa, Julio Maríñez y José González Espinosa.

Lo firmaron los dirigentes del empresariado. También, los directores de diarios, los rectores de las principales universidades y los representantes de las centrales sindicales.

Contenido

El pacto contenía ocho disposiciones, la tercera de las cuales especificaba la necesidad de reformar la Constitución antes del 16 de agosto, pues se estipulaba que Joaquín Balaguer y Jacinto B. Peynado, proclamados como Presidente y Vicepresidente electos, permanecerían en sus puestos hasta el 27 de febrero de 1996, y celebrar elecciones presidenciales el 16 de noviembre de 1995.

Esta parte del acuerdo fue variada por los legisladores, de mayoría peledeísta, en la Asamblea Revisora de la Constitución. Mediante ese arreglo, el período presidencial se llevó hasta el 16 de agosto de 1996 y las elecciones se efectuaron el 16 de mayo de ese año. Los otros aspectos se aplicaron según el pacto.

La declaración oficial para la reforma está contenida en la ley 16-94, promulgada el 11 de agosto. En su artículo uno expresaba: “Se declara la necesidad de reformar la Constitución de la República en sus Artículos 11, 23, 49, 52, 63, 64, 67,68, 89, 90, 107, 121, 122, 123 y 124”.

El artículo dos de la referida ley define los objetivos de esa reforma constitucional y cita ocho objetivos enumerados de la “a” hasta la “h” y sólo el primero y el tercero introducían modificaciones no coyunturales a la Carta Magna. El primero consignaba: “eliminar la pérdida de la nacionalidad dominicana por la adquisición de otra, así como el ordinal primero del artículo 11”. El marcado con la letra c recogía el aspecto más trascendente de esa reforma: “crear el Consejo Nacional de la Magistratura”.

Alianza macabra

Provocó diversidad de juicios a favor y en contra la variación por parte de la Asamblea Revisora de algunos tópicos incluidos en el Pacto por la Democracia. El senador José Osvaldo Leger, a la sazón presidente de la Asamblea, acusó al PLD de haber hecho una “alianza macabra” con los legisladores reformistas para burlar el referido pacto “a cambio de beneficios políticos y cargos públicos”.

Al reformar el artículo 49, que trata del Poder Ejecutivo, se introdujo el impedimento de repostulación del presidente de la República para el período inmediato.

Los artículos 63, 64, 67 y 68 introducen cambios en la organización del Poder Judicial. Esos cambios se refieren a la atribución al Consejo Nacional de la Magistratura la función de designar los jueces de la Suprema Corte de Justicia, la cual a su vez quedaba a cargo de nombrar a los demás jueces del sistema judicial.

El artículo 89 introdujo variaciones en el sistema electoral con la creación de colegios electorales cerrados, orientados a evitar que algún ciudadano votase más de una vez. Al artículo 90, que trata de las asambleas electorales, se le agregó un párrafo que establece que cuando ninguna candidatura obtenga mayoría absoluta de votos, habrá una segunda elección 45 días después.

La nueva Constitución fue proclamada en la madrugada del domingo 14 de agosto de 1994 y divulgada como publicación oficial en la prensa del lunes 15, para que pudiera tener efecto sobre los acontecimientos del día siguiente, cuando jurarían como presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, los señores Joaquín Balaguer y Jacinto B. Peynado Garrigosa.

UN APUNTE

Apoyo y rechazo

Mientras  muchos sectores y personalidades de la vida nacional elogiaban el Pacto  como la vía para salir de la crisis política, grupos conservadores   lo tildaban como violador a la Constitución.  Los señores Ramón Pina Acevedo, Jottin Cury, Pedro Casals Victoria, Leopoldo Espaillat Nanita y  Pelegrín Castillo, entre otros, llevaron la voz cantante en tal sentido.

El Nacional

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