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Hace 47 años OEA levantó sanciones RD

Hace 47 años OEA levantó sanciones RD

El Nacional
Hace hoy 47 años fueron levantadas por el Consejo de la Organización de Estados Americanos (OEA) las sanciones diplomáticas y económicas contra República Dominicana, impuestas el 20 de agosto de 1960 tras el atentado contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt, ocurrido el 24 de junio de ese año, del que Venezuela acusó al dictador Rafael Leonidas Trujillo.

La decisión de suprimir las sanciones se basó en una resolución declarando que el Caribe “ha dejado de constituir un peligro para la paz y la seguridad del continente”.

Por esta frase se puede colegir que quedaron sin efecto sólo después de que Trujillo desapareció del escenario político el 30 de mayo de 1961. Sin embargo, permanecieron siete meses después de su asesinato, dictándose la resolución del levantamiento de las sanciones el 5 de enero de 1962.

La penalidad incluyó, entre otras medidas, la ruptura de relaciones diplomáticas de los Estados miembros de la OEA, e interrupción parcial de las relaciones económicas, comenzando por la suspensión del comercio de armas e implementos de guerra.

El Consejo de la OEA determinó que estudiaría “la posibilidad y conveniencia de extender la suspensión del comercio con la República Dominicana a otros artículos…”.

En aquel entonces,  de las 20 naciones del continente, Estados Unidos era la única que podía hacer efectivas las sanciones económicas, porque el intercambio comercial era básicamente con esa nación.

Entre las medidas que adoptó Estados Unidos, bajo la presidencia de Dwight David Eisenhower, están el retiro de la cuota azucarera de 322 mil toneladas, suspensión del suministro de petróleo y sus derivados: gasolina, kerosene y gas, así como la prohibición a las empresas estadounidenses de la venta de camiones, automóviles y máquinas y repuestos.

La acusación contra la República Dominicana fue motivada porque Trujillo suministró armas, municiones y una bomba electrónica a un grupo de opositores venezolanos al régimen de Betancourt, quienes accionando el aparato atentaron contra la vida del presidente de Venezuela.

El atentado se produjo el 24 de junio de 1960, día de la efeméride nacional venezolana batalla de Carabobo. Betancourt salió en su automóvil junto de a su comitiva desde el Círculo de Oficiales de la ciudad de Ávila y  cuando pasaba frente a un automóvil Oldsmobil estacionado en un tramo de la avenida de las Fuerzas Armadas fue accionada la bomba de alto poder explosivo que se encontraba dentro del vehículo.

La explosión de 100 kilos de dinamita volcó e incendió el auto que iba delante y el del mismo Betancourt, resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar, otro oficial y el chofer del Presidente.

Betancourt salió de entre las llamas de su vehículo con la cara y las manos llagadas por el fuego.

En su lecho, horas después del atentado, acusó a Trujillo de ser el autor intelectual del atentado y anunció que el embajador de su país ante la OEA presentaría una formal acusación contra el dictador dominicano. Además, acusó a Trujillo de violar los derechos humanos,  matar a los expedicionarios del 14 de junio de 1959 y de la represión de los militantes dominicanos en el frente local.

El Consejo de la OEA designó una comisión investigadora que viajó a Caracas y luego a Santo Domingo y Haití. El informe de esta comisión fue presentado en la VI y VII Reuniones de Consultas de Ministros en San José de Costa Rica. El 20 de agosto de 1960 la VI Reunión de Consultas dictó la prevista resolución.

Cuando se produjo el atentado contra Betancourt, el presidente dominicano nominal era el hermano de Trujillo, Héctor Bienvenido (Negro), quien el 3 de agosto de ese año “renunció”, asumiendo  la Presidencia, el vicepresidente Joaquín Balaguer, lo que se consideró como una estrategia del dictador previendo las sanciones.

También, para proyectar una imagen de alejamiento del poder, Trujillo renunció a la jefatura de las Fuerzas Armadas y anunció su retiro de la política para dedicarse a dirigir  la Hacienda Fundación, en San Cristóbal.

Tras las sanciones, Trujillo movilizó su maquinaria política nacional e internacional,  realizó grandes movilizaciones de masas en el país, incluyendo la marcha del millón, así como una conferencia con destacados juristas internacionales.

El Nacional

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