Una falsa voluntad del dictador Rafael Leonidas Trujillo, de convertir a la República Dominicana en uno de los países ganaderos de mayor trascendencia en América, motivó la construcción de edificaciones de la Ciudad Ganadera, frente a una tramo de la avenida George Washington, hoy 30 de Mayo, donde ahora mismo se celebra de una nueva versión de la Feria Nacional Agropecuaria.
La obra fue inaugurada formalmente a mediados de enero de 1957 a un costo de 3.5 millones de pesos. Contó de 75 construcciones de distintas índoles y tamaños, separados por calles y avenidas debidamente asfaltadas. Las edificaciones incluyó 38 grandes establos prefabricados de acero, con capacidad para alojar 3,000 animales en un área de unos 30 mil metros, de los casi 300 mil que conformaban la Ciudad Ganadera.
Esta superficie original se ha reducido sustancialmente mediante transferencias a particulares y con el mercado de productores que opera en el interior desde hace años.
El día de la inauguración de la grandiosa Ciudad el generalísimo Trujillo y el presidente de turno, general Héctor Bienvenido Trujillo Molina, dejaron abierta la II Feria Ganadera Internacional, con la participación de ejemplares de distintos puntos del continente. Las exhibiciones del dictador, como era costumbre, ¨acapararon los principales premios y galardones¨.
Los áulicos de Trujillo confirieron particular importancia a la presencia en el acto de los Ministros de Agricultura de Cuba y Haití, Dr. Fidel Barreto Martínez y Hugues Bourjolly, respectivamente, ¨porque su asistencia mostraba la categoría que en sus países se da al progreso ganadero dominicano y porque es una muestra más del espíritu fraternal y amistoso que anima en todos sus actos el Gobierno de Trujillo¨.
Desde que los Trujillo Molina y su comitiva llegaron al palco presidencial monseñor Octavio A. Beras, bendijo la obra que se inauguraba, y acto seguido pronunciaron sendos discursos los Secretarios de Estado de Obras Públicas y Agricultura, Dr. Jaime Guerrero Avila y Lic. Luis R. Mercado, respectivamente.
El secretario Guerrero Avila dijo: ¨Estamos reunidos aquí, frente a este mar Caribe, cargado de historia y ante estas imponentes estructuras arquitectónicas que nos hablan de la laboriosidad de un pueblo en pleno progreso de dignificación, para inaugurar las edificaciones que integran la Ciudad Ganadera, que es una muestra más, elocuente en su objetividad, del fecundo cielo de realizaciones que vive el pueblo dominicano bajo la rectoría moral y política de su esclarecido dirigente, el generalísimo doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva, cuyas directivas de gobierno son sabiamente aplicadas por su más fiel y compenetrado colaborador, el Excelentísimo Señor Presidente de la República, general Héctor B. Trujillo Molina¨.
En su turno, el Licenciado Mercado, secretario de Agricultura, también llenó de loas al dictador Trujillo y relegó a un segundo plano, la importancia del evento ganadero, cuando expresó: En este instante, en que la emoción quiebra mi voz, pienso que frente a esta obra soberbia el símbolo proverbial es la figura egregia del generalísimo Trujillo Molina, erguido y sereno, con los brazos abiertos, extendidos hacia todos los pueblos de América, en gesto fraternal de cordialidad y hermana comprensión.
El es, más que un adalid del pueblo dominicano, la esencia misma de nuestra nacionalidad, y su imagen y su gesto vendrían a patentizar el espíritu de este magno evento, que nos reúne con los demás pueblos antillanos y de América, en esta hermosa fiesta del trabajo, del esfuerzo, de la amistad y de la buena inteligencia´´.
La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre y la Ganadera Internacional debilitaron la economía del régimen y meses después se registro la invasión de Maimón y Estero Hondo y surgieron focos juveniles contra el
