Opinión

Haití y la forest

Haití y la forest

La República de Haití, donde desde hace décadas, existe un Estado fallido, carece de vegetación y los ríos están secos, pues allí no existe autoridad para proteger los bosques y la mayoría de sus habitantes usan el carbón para cocinar, una situación que obliga a los haitianos a cruzar nuestra frontera para realizar la repulsiva acción de talar los árboles de manera indiscriminada, sin ningún régimen de consecuencias, puesto que los militares dominicanos que custodian la división fronteriza son indiferentes
La capa vegetal del vecino país es de apenas de un dos por ciento, y no existe ningún proyecto ni programa de reforestación, lo que impide la protección de la siembra de árboles que desarrolla el gobierno dominicano, y otras instituciones privadas que procuran cuidar el medio ambiente con una política de reforestación sostenible.

De nada sirve fomentar la productividad de las tierras y proteger las cuencas hidrográficas, si hay intrusos que destruyen esta planificación.

El presidente Danilo Medina declaró el 2017 como el año del Desarrollo Agroforestal, disponiendo de inmediato una inversión de mil millones de pesos para poblar árboles varias zonas montañosas, principalmente las áreas protegida de la Sierra de Bahoruco y la Sierra Martín García.

El jefe de Estado merece ser aplaudido por el desvelo por el medio ambiente, dado que fomentará la investigación en temas de plagas y mejoramiento de especies para recuperar los ecosistemas afectados por el monocultivo.

El numeral 2 del artículo 67 de la Constitución, expresa que es de interés social la reforestación del país, la conservación de los bosques y la renovación de los recursos naturales y el mantenimiento del medio ambiente en provecho de las presentes y futuras generaciones.

La ley en la materia contiene sanciones ejemplarizadoras para quienes la violan y solo hay que aplicarla, como se espera que se haga con todos los ocupantes de Valle Nuevo, en Constanza y otras áreas de nuestra geografía.

La flora de la Sierra de Bahoruco está formada por 1.615 especies, la cual representa el 29 por ciento de la flora total de la isla. De esa cantidad 615 son endémicas de la isla Hispaniola y están repartidas en 83 familias y 263 géneros.

Conforme con una crónica periodística, las especies de guayacán,tamarindocimarrón,guayancillo,caimito, caya, palo amargo, guaconejo y candelón han sido diezmadas por depredadores, Frente a este panorama, no queda otro camino que enfrentar con drasticidad a los criminales de esta acción deleznable.

Aprovechemos, pues, la iniciativa del presidente Medina de proteger el bosque y las áreas protegidas, y expulsemos a los haitianos ilegales, a quienes le llaman “exiliados ecologistas”, para evitar que desaprensivos sigan provocando daños a nuestras fuentes acuíferas.

Hay que unir esfuerzos para penalizar, no sólo a las personas del vecino país que infringen la ley impunemente, sino también a los malos dominicanos que carecen de sensibilidad para herir de muerte nuestros bosques.

El Nacional

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