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Haitianos trabajan RD niegan maltratos

Haitianos trabajan RD niegan maltratos

 

Haitianos que incursionan en el comercio en República Dominicana, cuya diáspora domina el negocio informal, niegan que estén recibiendo malos tratos en el territorio nacional.

Aunque organismos internacionales acusan a República Dominicana de discriminar y de manifestar xenofobia hacia los haitianos, muchos comerciantes haitianos no tienen el mismo concepto, y dicen que trabajan en las mismas condiciones que los dominicanos.

Su mano de obra es predominante en la construcción, la agricultura, venta de pacas de ropa. Más del 80% de los vendedores ambulantes de coco de agua, caña, dulces de coco y maní tostado son haitianos o de ascendencia haitiana.

Comerciantes haitianos de la avenida París niegan que en el país haya discriminación contra ellos y por el contrario reconocen a los dominicanos como sus aliados comerciales.

“Nosotros nos sentimos bien en este país y los dominicanos nos tratan como compañeros”, señaló Franklin Bocette, vendedor de zapatos usados de la calle París, que tiene 11 años en el país.

Otro comerciante informal que se siente satisfecho con el trato dispensado en República Dominicana es Mateo Lois. “Yo no he tenido problema aquí y nunca he sido maltratado en todo el tiempo que llevo viviendo aquí”.

Los haitianos copan las principales vías de la capital, incursionando, además, en la venta de tarjetas telefónicas, forros de celulares, botellas de agua, sombreros y otros artículos.

También venden palito de coco, naranja dulce, aguacate y otras frutas. Tienen presencia hasta en el transporte público.

Los comerciantes haitianos dicen que reciben un trato humanitario de parte de sus clientes y de las autoridades dominicanas.

Michael Moises es un vendedor de ropa que dice que en los 7 años que lleva en el país no ha sido víctima de discriminación ni de vejámenes.

Mariette Sague Laguere dice que ha sido bien acogida en el país, pero que ha tenido dificultad para dotar de documentos a sus tres hijos nacidos en el país, aunque reconoció que eso no les ha impedido ir a la escuela.

Los haitianos dominan en su totalidad las actividades comerciales de la avenida París.

“Yo tengo 20 años residiendo aquí y no he tenido problema”, narró Ana Piet, vendedora de zapatos.

En el interior del país y en la capital los haitianos han formado comunidades, como es el caso del Pequeño Haití, en el Distrito Nacional, próximo al Mercado Modelo.

En la línea fronteriza dominicanos y haitianos comparten actividades comerciales y sociales en un ambiente de camaradería.

Otro que niega que los haitianos sean maltratados en el país es Juan Evangelista, vendedor en la Plaza Comercial París, un negocio de venta de zapatos usados.

Evangelista atribuye la acusación contra el país a intereses políticos.

Discrepancia

Sin embargo, Gesner Víctor, sí cree que contra los haitianos hay cierta discriminación. “Nos han puesto muchas cosas difíciles, especialmente para uno adquirir documentación”, precisó.

En algunas comunidades hay tal familiarización que a los haitianos les llaman morenos.

Un estudio presentado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señala que los haitianos son discriminados en el país, a pesar de aportar a la economía en el 2012 un 5.4 por ciento de valor agregado de los bienes y servicios de la economía dominicana, equivalente a RD$115,920.9 millones.

De acuerdo a dicho estudio, complementario de la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes , los trabajadores nacidos en Haití aportaron el 5.4 por ciento y la población de trabajadores inmigrantes nacidos en otros países el 0.8 por ciento del valor agregado de la economía dominicana.

 

Domingo Berigüete

Periodista especializado en prensa jurídica y eléctrica