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Hanley Ramírez: campaña de ensueño

<P>Hanley Ramírez: campaña de ensueño </P>

LOS ANGELES.   Hanley Ramírez lo probó de nuevo el jueves cuando los Dodgers aseguraron el título del Oeste de la Liga Nacional en Arizona: cuando está saludable, la Liga Nacional no ha producido algo igual.

El desempeño de Ramírez en el juego decisivo sirve como un signo de exclamación: un bateo de 5-4, con los jonrones 19 y 20, 2 anotadas y 4 carreras impulsadas en la victoria por 7-6.

Ramírez está bateando .350/.402/.653 través de 323 apariciones en el plato. Su OPS de 1.056 lidera la Liga Nacional con 94 puntos de ventaja sobre Paul Goldschmidt -cuya marca de .962 es en sí misma 84 puntos mejor que Bryce Harper y 101 puntos por encima de Matt Holiday, 14 y 15 en la Liga, respectivamente.

El bate de Ramírez está en otro nivel, mientras en el campo él cubre la más difícil posición aparte del receptor.

Ramírez, sin embargo, no tiene ninguna oportunidad de ganar el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Él jugó apenas su juego 82 en el partido del domingo contra San Diego, y se espera que juegue sólo tres o cuatro de los últimos siete partidos de los Dodgers. El premio MVP está diseñado para otorgar un papel completo de trabajo. Aunque la “fuerza de ataque y defensa”, el primer criterio del JMV, favorece Ramírez, el segundo criterio del premio es, literalmente, “número de partidos jugados”. Andrew McCutchen, Paul Goldschmidt, Matt Carpenter y Joey Votto, todos han jugado al menos 150 partidos en un nivel muy alto, y los cuatro -por lo menos- por lo tanto, deben estar por encima de Ramírez en la votación del JMV, exclusivamente por la naturaleza del premio.

En los deportes americanos, los premios u honores de postemporada (o los honores de la mitad de campaña, como el Juego de Estrellas) tienen un gran peso histórico. Estos premios dominan la conciencia cultural y tienen influencia histórica masiva, hasta el punto que el número de premios de JMV desde hace años han coloreado la viabilidad de un candidato al Salón de la Fama. Ser dejado fue de la discusión de los premios, como probablemente será con Ramírez, -excepto el Bate de Plata como torpedero, que ni siquiera una diferencia de 39 juegos haría girar a favor de Troy Tulowitzki- significa ser enterrado históricamente.

Así que aquí está la pregunta: ¿Cómo recordar la temporada de Ramírez? Su carácter histórico es innegable. Ningún torpedero con 300 apariciones en el plato ha igualado el OPS + 194 de Ramírez en más de un siglo -Lo de Honus Wagner en 1908, cuando tuvo la línea de .354/.415/.542 en la era de la bola muerta que le valió un OPS +205, es la única temporada superior. Hasta Ramírez, Arky Vaughn era el único torpedero en lograr un OPS crudo sobre 1.000 con un OPS + de 190 (1.098 en 1935).

Aunque muchas estrellas han estado limitados a medias temporadas por la lesiones a través de los años la temporada de Ramírez carece de comparaciones obvias. De acuerdo con Baseball-Reference.com, Ramírez es uno de los tres jugadores en lograr  cinco victorias por encima de jugadores reemplazo en menos de 100 juegos en una temporada sin huelga. Los otros dos son el compañero de Ramírez, Yasiel Puig -un competidor importante para el Novato del Año- y Ted Williams.

En 1955, Williams bateó .356/.496/.703 con 28 jonrones en apenas 98 juegos. Se perdió la mayor parte de los dos primeros meses de la temporada por un acuerdo de divorcio y no jugó hasta el 28 de mayo, y también lidió con lesiones menores ese año. Williams, al igual que Ramírez, encabezó su liga por millad en OPS -1.200 contra 1.042 de Mickey Mantle- y se habría ganado el título de bateo de no ser por la exigencia de turnos al bate (Al Kaline ganó con .340).

Williams de todas formas fue al Juego de Estrellas y terminó cuarto en la votación del JMV. Yogi Berra ganó el premio a pesar de apenas un OPS de .819; Mantle probablemente se lo merecía, y Kaline también tenía un tremendo caso. Williams, por supuesto, ya era un All -Star 11 veces en este punto de su carrera y tenía una influencia que ningún jugador en el juego de hoy podría incluso soñar- los Medias Rojas le ofrecieron a Williams el puesto de dirigente antes de la temporada 1955.

Pero el esfuerzo de Williams llegó en un club de los Medias Rojas de cuarto lugar. Ramírez fue un catalizador -posiblemente el catalizador más importante- en un equipo que pasó de 7.5 juegos abajo el 19 de junio para alzarse con la división con facilidad a mediados de septiembre. El club ha tenido 53-28 en sus apariciones y 36-38 sin él. La diferencia entre Ramírez y otros como Justin Sellers (OPS .510) y Luis Cruz (OPS .344) es la diferencia entre un simple título del Oeste de la Liga Nacional y un mano a mano con las Diamantinas hasta el final.

El Nacional

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