BOSTON – Estaban vestidos con atuendos y sombreros de esquí para el partido inaugural del jueves en Fenway Park, y Hanley Ramirez lo notó. Él también tenía frío.
Pero la abarrotada casa de 36.134 aficionados hizo su parte rugiendo durante toda la tarde, y Ramírez estaba decidido a recompensarlos por su perseverancia.
El toletero envió a todos a sus autos y casas con calefacción al disparar un sencillo a la zona de seguridad en el jardín derecho con un out en la parte inferior del 12mo para vencer a los Rayos, 3-2.
Fue un final conmovedor para un juego que los Medias Rojas perdían por 2-0 después de ocho entradas y aún estaban abajo una carrera con dos outs y dos strikes en el noveno antes de que Xander Bogaerts lograra el empate, un doble productor al Monstruo.
Ramírez también tuvo un gran hit en ese rally de la novena entrada, el sencillo productor por el medio que metió a Boston a ley de una.
Tres entradas más tarde, los Medias Rojas nuevamente tuvieron al hombre que querían en el plato. Ramírez, quien pegó un doble de dos carreras en la entrada 13 que venció a los Marlins en Miami hace dos días, se mantuvo caliente y nuevamente hizo el trabajo.
Este fue para Boston.
“Eso es lo único que me mantuvo en el juego y encerrado, los fanáticos, porque hacía frío, hacía mucho frío”, dijo Ramírez. “Creo que una ‘G’ hace sentir mejor, a todos nosotros”.
Para los Medias Rojas, fue su sexta victoria consecutiva desde una derrota desgarradora ante los Rayos en el Día Inaugural. Y para Tampa Bay, fue su sexta derrota consecutiva.
