Realizar dos horas diarias de programa de radio es toda una hazaña y más aún porque se trata de un espacio interactivo, sin embargo para Ana Simó, profesional tan querida por los dominicanos, el tiempo apenas le da para tratar los problemas de la gente que llama.
Por eso cada día dedica parte de su tiempo a contestar personalmente los emails que les envían. Gracias a esta interacción diaria con el público que le sigue, la doctora Ana Simó ha visto a mucha gente solucionar problemas que le afectan.
Esta es la razón que al celebrar siete años en el aire con su programa “Consultando con Ana Simó”, por CDN La Radio 92.5 F.M., de 9:00 a 11:00 de la mañana, está feliz y satisfecha de su logro.
“Estoy feliz, me siento bendecida”, afirma Simó.
Para festejar, la conocida profesional refrescará algunas secciones por temporada, pero sin cambiar la esencia del espacio que es llevar información, salud mental y física, lo que afirma no puede cambiar y sobre todo tendrá mayor interación con el público para escuchar historias y buscar soluciones.
Destaca que la gente escucha las historias, no por morbo, sino para oir las soluciones, porque puede ser que esté pasando por el mismo problema. “Que la gente vea que sí hay soluciones, personas que han sufrido y echado hacía adelante”.
Subraya que muchos quieren escuchar qué hizo esa persona que llama al programa, por eso en esta nueva etapa, además de escuchar, Simó busca informar y ser una mano amiga, para que la gente exprese su sentir, sin ser juzgada, porque el psicólogo acompaña, no juzga. También trabajará en la prevención de enfermedades, para que por ejemplo las mujeres se hagan la mamografía como acuden a ponerse las uñas acrílicas, “que la gente entienda que es responsable de su salud”, dice.
En su programa, Ana Simó no tiene filtro, pero señala que nunca ha entrado una llamada irrespetuosa, porque a pesar de que utiliza un lenguaje llano, pues su deseo es llegar hasta el campesino de la loma más alta, la gente quiere hallar soluciones a problemas que van desde la depresión, propia o de algún conocido, a situaciones con la pareja o la perdida de seres queridos, ansiedad y otros.
