SANTIAGO. Fue algo de antología lo que la noche del sábado vivió el público que asistió a la sala principal del Gran Teatro del Cibao, para disfrutar del concierto “Un bohemio cibaeño” que, por segunda ocasión, ofreció en ese escenario Héctor Acosta (El Torito).
Con todas las localidades ocupadas y asumiendo que se trataría de un espectáculo reservado para la historia, más de 1,300 personas se congregaron en el principal templo del arte del Cibao, desafiando una prolongada lluvia, que por momento se tornaba fuerte.
Con su actuación El Torito reciprocó la fidelidad del público que accedió a su convocatoria y, al término del show, la apreciación del soberano fue generalizada: “acabamos de presenciar un evento que llenó todas las expectativas”.
Héctor respondió con creces esa demostración de afecto y reconocimiento a su carrera artística, al presentar un espectáculo digno de sus cualidades como cantante y del escenario donde se desarrolló.
“Esta noche vine a entregar mi talento y mi corazón, inclusive hasta a los que no son mis amigos” expresó Héctor Acosta al inicio del concierto, donde desnudó su alma para mostrarse inmenso y excepcional.
“Un bohemio cibaeño”, reposición artística renovada para la ocasión, como la anterior fue producida por el comunicador Joseph Tavárez, se desarrolló sobre una plataforma técnica y escenográfica, elementos visuales y artistas invitados, entre los que se destaca al saxofonista Frandy Sax, al cantautor Samuel González y al trovador dominicana radicado en New York Obrien Luna.
Durante más de una hora El Torito cantó 20 canciones, repertorio integrado por bachatas, boleros, trovas, rancheras y adaptaciones románticas de sus merengues más populares. Acosta estuvo acompañado de una orquesta bien acoplada dirigida por el maestro Isaías Lecler.
Con los temas “Para vivir” y “El Breve espacio en que no estás”, solo acompañado al piano, Acosta dio inicio al concierto, seguido de “Amorcito corazón y “Sin ti” respaldado por el trío de Carlos Vargas.
Y siguieron “El elegido”, “Si tu estuvieras”, “Como te olvido”, “Perdóname la vida”, “Quizás si quizás no”, “O te vas tú o me voy yo”, este último a ritmo de flamenco, con el que el público “viajo” en su imaginación a España, con la actuación de la bailarina de ese género musical, la española Elena.
Seguido un popurrí de bachatas clásicas, entre ellas “Morenita mía”, “Penas de hombre”, “El rostro mío” y “Para mí todo acabó”, trasladando luego el público al “Toro Bar”, con las parejas de baile de son Manuel Paulino, Paula C, Betina Tejada y Máximo Sánchez.
Otros temas incluidos en su propuesta fueron “A mi manera”, junto a Samuel González, Obrien Luna y el saxofonista ruso Denis Beliakov.
“Las espinas”, “Con que ojos”, “Sin perdón”, y un popurrí de conocidas rancheras entre las que se destacan, “Media vuelta”, “Si nos dejan” y “La vikinga”, cerrando con los temas “El anillo”, “Amorcito enfermito”, “Para llegar a donde estoy” y su tradicional popurrí con boleros del ayer, que marcaron el inicio de su carrera musical hace más de 26 años. “Un Bohemio Cibaeño” se presentó el pasado mes de febrero en esta sala, en una función a casa llena y se realizará a finales del mes de mayo en el Teatro Nacional.
