¿Qué Pasa?

Hikari un poema fílmico marcado por la sencillez

Hikari un poema fílmico marcado por la sencillez

Cannes. Francia. La tierna, inteligente y dulce dirección fílmica de la más destacada de las directora de cine de Japón, Naomi Kawasse, volvió a lucirse en Cannes, en un trayecto de amor incondicional que le profesa el evento de la Riviera Francesa desde hace 10 años cuando ganó Palma de Oro con su drama El Bosque de Luto.

En esta edición 2017 de Cannes, la novelista y cineasta, presenta en la sección Un Certand Regart (Una cierta Mirada) una singular historia de amor con “Hikari”, tejida con la sencillez impecable de un ritmo constante, penetrante y de cuando menos cinco giros argumentales, gerenciados con una precisión imaginativa, sorprendente y calculada.

La historia no puede ser más simple: su protagonista. Misako (Chihiro Otsuka) una joven apasionada que se dedica a leer versiones cinematográficas para ciegos y en en una proyección conoce a Masaya, (Mantaro Koichi) un fotógrafo mayor que está perdiendo lentamente la vista. Nace entre ellos una historia de amor que le enseñará a ver el mundo invisible hasta ahora para ambos.

Tiene Kawasse un acierto en dar solución emotivamente compleja a partir de una plataforma situacional simple: la que parte de una relación amorosa entre un hombre y una mujer, pero a quienes ata, como novelista de éxito, a una serie de condiciones que singularizan la relación y permite que cuanto se desprenda de ella nos encandile, alejada su cámara de todo sentido morboso o sensacional.

La cineasta, el punto femenino más alto de la industria del cine japonés, tiene gracia intelectual y la aprovecha para ratificar el sitial que se ha ganado como “mujer mimada de Oriente, en Cannes” como muchos la han de llamar.