Opinión

   Hipólito en los países

<P>   Hipólito en los países</P>

El candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, Hipólito Mejía, estuvo de nuevo en Estados Unidos buscando el apoyo de sus conciudadanos con miras a las elecciones del 20 de mayo. Como en ocasiones anteriores, el respaldo fue masivo. Los dominicanos residentes en el extranjero también quieren un cambio de gobierno. También se hartaron de Leonel, Danilo, Margarita y Félix Bautista.

Manuel Durán, coordinador general de la campaña en el exterior, de nuevo preparó una agenda que no dejaba espacio para la distracción y el recreo.  Los desayunos, almuerzos y  cenas, formaron parte del trabajo en la búsqueda de los votos y de recursos económicos que Hipólito no se lleva para Santo Domingo, “porque en Estados Unidos también se necesitan recursos para garantizar que nuestra gente vote masivamente el 20 de mayo”.

En Miami la visita fue breve, pero sustanciosa. Una conferencia cena, una juramentación, una que otra visita relámpago. Juramentación de dirigentes reformistas. (Sergia Elena Mejía de Séliman es una trabajadora política incansable)

En Nueva York y New Jersey, el respaldo no pudo ser mayor. Hipólito Mejía es un fenómeno de masas digno de ser estudiado.  La gente lo percibe cercano,  de carne y hueso, sin ínfulas de superioridad. Mortal como todos los mortales.

El ex gobernador de Nueva York, George Pataki,  le ofreció un almuerzo  y resaltó sus cualidades como estadista, mostradas durante los atentados del 11 de septiembre y en la tragedia del vuelo 587 de American Airlines, donde murieron 265 personas. 

Tan entusiasmado estaba  Pataki que acudió a una actividad organizada por el sector agrícola en la discoteca Umbrella, del dominicano Emilio Suárez. Allí también estuvo Fernando Mateo, jefe de la Federación de Taxistas de Nueva York, un hombre de mucho poder y de mucha influencia en la comunidad hispana.

 Sin tener que decir que Dios es su jefe de campaña, por respeto a Dios y a César Cedeño, fue aclamado por cientos de cristianos en Nueva York. No hay dudas de que en Estados Unidos existe un formidable comando de campaña.

Cualquiera puede preguntarse, ¿qué importancia electoral tienen Estados Unidos y Europa para que Hipólito haya ido varias veces? Los dominicanos en el exterior forman ya más de dos millones, mal contados.  Más de 300 mil están empadronados en la Junta Central Electoral. Más de 220 mil en Estados Unidos. Ellos pueden ser la diferencia del triunfo o la derrota. Por fortuna, la mayoría, si no todos, aspiran volver a su patria aun sea de vacaciones, sin temer al robo, al asalto, al crimen. La mayoría, si no todos, aspiran a un mejor país, pero para todos.

El Nacional

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