El pueblo dominicano tiene la expectativa de que el año que viene, el 2012, sea un año de cambios significativos en el rumbo del país. Es lo que he sentido por todos los rincones de nuestra República, que los he recorrido de palmo a palmo en este 2011 que estamos despidiendo.
Como candidato del Partido Revolucionario Dominicano, y como opción decisiva de poder para las elecciones de mayo próximo, quiero transmitir un mensaje de esperanzas al pueblo dominicano, en especial a quienes han confiado y confían en que nosotros somos la alternativa a la continuidad de un gobierno que ha endeudado al país y no ha dejado resuelto uno solo de los gravísimos problemas nacionales.
Este es un pueblo trabajador, que ha llevado una carga pesada sobre sus hombros, con dos administraciones seguidas del PLD, que han profundizado la pobreza, la inseguridad ciudadana, las carencias de la educación y la inequidad en la distribución del ingreso nacional. Dos administraciones que han roto muchas expectativas, que han establecido la impunidad, el enriquecimiento ilícito como sistema y la ausencia de pudor en la administración del presupuesto nacional y de todos los bienes públicos.
Áreas sociales como la salud, la educación, la seguridad ciudadana han sido descuidadas en extremo. La falta de empleos y la ausencia de una política para motivar al sector privado a generar empleos son elementos importantes en el crecimiento de la pobreza y de la delincuencia. La falta de control en el aparato burocrático del Estado, de vigilancia en los organismos policiales y militares, han relajado la función pública hasta el punto que el extraordinario crecimiento del tráfico de drogas, así como el consumo, son una consecuencia de esa desatención y falta de autoridad.
El año 2011 ha sido terrible para la sociedad dominicana. Los indicadores económicos no pueden ser peores. Se ha conseguido cierto control sobre los factores macroeconómicos, pero a costa de un desenfrenado y alocado endeudamiento externo, que tiene consecuencias directas sobre las posibilidades de fortalecer las finanzas públicas en los próximos años.
Hablo de esto no como el candidato presidencial que encabeza las encuestas, sino como ciudadano y como empresario. El gobierno se ha empeñado en hipotecar el futuro inmediato de la sociedad dominicana, y con su permisividad y patrocinio de la impunidad ha afectado parte de las fibras que mueven el motor de la sociedad dominicana.
Sectores empresariales están indignados y abandonando sus iniciativas, como ha quedado dicho con bastante claridad en la Convención Empresarial 2011, patrocinada por el CONEP y la Cámara Americana de Comercio. Las reglas del juego se han distorsionado, la seguridad de la inversión ha caído, y hasta los embajadores de países amigos con el Reino Unido han tenido que denunciar extorsión de parte de personas vinculadas al gobierno, al Ministerio Público y a la justicia.
No es la primera vez que esto ocurre. Ya ha quedado bastante documentada esta práctica peledeísta en los cables divulgados por Wikileaks y que reflejan el sentimiento más profundo del gobierno de los Estados Unidos sobre la corruptela generalizada en estas dos administraciones, sobre la impunidad impuesta desde el Palacio, el enriquecimiento ilícito en todas las ramas del gobierno, incluyendo la propia confesión del presidente que si trata de hacerle frente a la corrupción en el ámbito militar su administración la consideraría en peligro.
Estoy convencido de que esto tiene que terminar. Que en el 2012 debe producirse un vuelco democrático en el país, que ponga fin a la francachela con el dinero público, con la dignidad del país, que ha quedado avergonzado por los informes de los organismos internacionales, como el Informe de Competitividad del Foro Económico Mundial o el Informe de Percepción de Corrupción, de Transparencia Internacional, que nos coloca en la lista de los países más corruptos del mundo, que más dilapida los fondos públicos y donde hay más favoritismo con los familiares y amigos de los funcionarios del gobierno.
El gobierno ha hundido a los productores agropecuarios nacionales. Ha preferido las importaciones subsidiadas de otros países, con permisos sellados por la corrupción, y ha puesto en peligro la seguridad alimentaria del pueblo y de los millones de turistas que nos visitan.
El candidato oficialista, Danilo Medina, habla de que él se encargará de distribuir la riqueza creada por los dos últimos gobiernos de Leonel Fernández. ¿Cuál riqueza? ¿De dónde salen estas informaciones sino de una invención extraterrestre?
El año 2011 está cerrando con un déficit fiscal operacional y de caja de 61 mil millones de pesos, 20 mil millones de pesos más que el déficit originalmente presupuestado.
La proyección de nuestros economistas es que en el mes de diciembre el gobierno cerrará con un déficit de 25 mil millones de pesos. Afirmo que se está ejecutando un plan para torcer la voluntad del pueblo dominicano a base de dinero, a base de hundir la economía.
El control del Congreso Nacional por el PLD los está llevando a abusar con el endeudamiento externo e interno, y una de las últimas medidas ha sido aprobar préstamos de 200 millones de dólares del Banco de Reservas para los ayuntamientos y la emisión de nuevos bonos por 18,600 millones de pesos.
Y hay muchos datos más. Sin embargo, el objetivo de este mensaje es sembrar esperanzas en la sociedad dominicana. Estamos comprometidos a hacer un ejercicio de gobierno que limpie, tanto como lo permita el escenario político y el equilibrio de poderes, la administración pública general de las rémoras que deje la administración peledeísta.
El país ha sido testigo de la forma en que se han repartido las posiciones en el Estado. La manera en que han manejado la Junta Central Electoral, con cuadros políticos dirigiéndola, y ahora cómo se han repartido el Tribunal Superior Electoral, con más cuadros políticos. Y lo mismo han hecho con las nuevas instituciones creadas por la Constitución del 2010, como el Tribunal Constitucional. Con la Suprema Corte de Justicia y sus órganos dependientes, como la cámara penal, han dado pasos parecidos.
La institucionalidad en el país ha quedado sensiblemente herida. El pueblo tiene la oportunidad de dar un paso adelante en la búsqueda de un gobierno más democrático y más transparente. Las elecciones presidenciales del 2012 representan ese chance. Y yo como candidato presidencial del PRD me comprometo a cumplir un sueño de mi partido y de mis líderes ya idos, en especial José Francisco Peña Gómez.
Abriré las puertas de un futuro más promisorio para la sociedad dominicana. Con un gobierno bajo mi dirección la administración pública será diferente y las políticas de tolerancia con la corrupción, con la impunidad, con la delincuencia, con las drogas, no existirán.
Al finalizar el 2011 es mi solemne compromiso. Este ha sido un año difícil para el país, por la carestía, el desempleo, la falta de seguridad y muchas otras lacras patrocinadas por el PLD. Lo bueno es que el 2011 me permitió retornar al escenario político, alcanzar la candidatura presidencial por el PRD y salir puntero, con la preferencia del pueblo, sin que ese apoya haya cejado un solo momento.
Felicidades al pueblo en el 2012 y todos estamos convocados a la jornada electoral deberá variar el putrefacto trayecto por el que nos han conducido los gobiernos del PLD. Confío en que ganaremos más democracia y un gobierno pulcro y ejemplar.
