Opinión

Hipólito y Leonel

Hipólito y Leonel

Todos los estudios de opinión, que cumplen con los requisitos científicos, coinciden en revelar la alta tasa de rechazo que tiene el ingeniero Hipólito Mejía en el electorado nacional. Hablo de que 30 de cada cien dominicanos, aptos para sufragar, aseguran que jamás votarían por el agrónomo y antiguo presidente de la República.

Luis Abinader, el líder político que exhibió mayor crecimiento durante todo el 2014, no tiene tasa de rechazo, muestra conocimiento de los problemas nacionales, es ecuánime, prudente y no tiene compromiso con el pasado, atributos que le permiten encabezar todas las encuestas del nuevo Partido Revolucionario Moderno.

Inclusive las demás organizaciones que formarían parte de la Convergencia por un Mejor País no ocultan su inclinación hacia el joven economista y empresario turístico, que corre por el carril de adentro para encabezar la boleta de la coalición opositora que enfrentaría al oficialismo en la contienda comicial del 2016.

Ante el desfavorable panorama que atraviesa el ingeniero Mejía, en el que las mujeres ni los jóvenes lo quieren ni en pintura, algunos aconsejan su retiro político, lo que el suscrito interpreta como un exceso, pues las actividades políticas no pueden circunscribirse a la candidatura presidencial. Hipólito puede asumir otros roles de igual o mayor importancia.

Leonel Fernández es el otro político rechazado por el pueblo dominicano, por razones altamente conocidas y no ameritan mencionar. La prudencia aconseja que no se involucre en la carrera presidencial para esta ocasión. Una simple candidatura presidencial de Leonel por el PLD podría provocar acontecimientos de inestabilidad política y social en República Dominicana.

Si la presencia de Fernández en la boleta presidencial del PLD ocasionaría grandes confrontaciones, ¿qué sería entonces un eventual retorno al poder de este político pobremente valorado y que la gente lo percibe con deuda hacia la población? La vuelta de Leonel es sinónimo de desgracia nacional. La población no quiere a Hipólito Mejía, pero mucho menos a Leonel Fernández.

El Nacional

La Voz de Todos