Reportajes Noticias importante

Historia del Merengue RD al naufragio: Desaparece perfil musical y se impone la basura

Historia del Merengue  RD al naufragio:  Desaparece perfil musical y  se impone la basura

(7 de 7)

Como habíamos afirmado, fue a partir de 1970 que comenzó a imponerse toda esa “basura musical” en la cual la ausencia de la prosa folklórica maliciosa, rica, con extraordinaria picardía, hacía de nuestra música un paradigma de los países hispanoamericanos.

Solamente el son, cubano, tiene la belleza y el ritmo hermoso y sensual de nuestro auténtico merengue. Se han compuesto por docenas, con letras repletas de pornografía insolente e irrespetuosa, un absurdo que llaman “merengue de calle”, “merengue urbano” que además de risa, genera entre quienes lo oyen compasión y más que compasión, pena por la pobreza ridícula de los que cantan y bailan. Además de esa pobreza el nombre o calificativo o mejor dicho, autocalificativo de los “artistas” que interpretan: “El Cata”, “Vakeró”, “ La Aldaba”, “El Zíper”, “La Bragueta”, “La Muela”, “El Colmillo”, entre otros.

finalizar el siglo XX, en el año 2000, ya el perfil musical folklórico, criollo y auténtico, había desaparecido. Verdadera expresión popular de un ritmo interpretado originalmente con un pequeño conjunto, que lo integraban una guitarra llamada “tres”, la tambora, tocada con la mano y un pequeño palo corto de apenas pie y medio de largo, la güira, originalmente construida con un higüero rayado y rasgada con un pequeño alambre, por lo regular con mango de madera, y la marimba, o “marímbula de Santo Domingo”, que constituye un cajón de madera con cuatro flejes que emiten sonidos muy bajos que dan compás y acompañan al conjunto de música típica. La guitarra, o el “tres”, fue sustituida después del triunfo de la Restauración por el acordeón diatónico marinero, hermoso y melodioso instrumento musical de origen alemán.

Entrado ya el siglo XX, afianzado el merengue como la única y verdadera expresión folklórica y popular de nuestro pueblo, se incorporó a ese conjunto típico, que había recibido el nombre de “perico ripiao”, el saxofón alto, que poco a poco se impuso como líder de la ejecución y que llegó a su más hermosa expresión con el Conjunto Típico Cibaeño de Ángel Viloria y el conjunto de Tavito Vásquez y más tarde Félix del Rosario.

Ese aguerrido escuadrón que ha terminado imponiendo la “basura musical” a la que hemos hecho referencia borró de la memoria de nuestro pueblo, no solamente los nombres de los verdaderos cantantes de merengues, conjuntos y orquestas, sino también a intérpretes de la categoría de Negrito Chapuseaux y Simó Damirón, excelente dueto de cantante y pianista de fama internacional.

Enfrentar el proceso de desintegración de la nación dominicana que terminará, si no es detenido, enfrentado y liquidado, como parte de extraordinaria importancia de un proyecto diabólico antipatriótico, que tiene como objetivo convertir la isla de Santo Domingo en una nación integrada por ciudadanos de orígenes haitiano y dominicano, gentilicio nuestro, que llevamos y que debemos llevar, convencidos de que somos una comunidad con matices singulares de dignidad, valor e inteligencia, en el escenario hispanoamericano.

El Nacional

La Voz de Todos