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Homenaje: Llegada de árabes a Santiago

Homenaje: Llegada de árabes a Santiago

Según el escritor y editor José Israel Cuello Hernández en su obra “La emigración y su aporte a la cultura dominicana” en el censo de extranjeros en República Dominicana en 1882 no había ningún árabe radicado en el país

En 1897, luego de residir un tiempo en Puerto Plata, procedente de Gazhir, Líbano, ingresó a Santiago de los Caballeros Nacif Pedro Haché Sued, a quien el historiador santiaguense (San José de las Matas), Orlando Inoa Bisonó, identifica en su obra “Azúcar”. Árabes, cocolos y haitianos, Editora Café, 1999, página 51, como el primer árabe vecino de Santiago de los Caballeros.

Inicialmente, Nacif Pedro Haché designó con el nombre de La Mercantil, luego Nacif P. Haché & Hermanos su firma comercial, junto con sus hermanos Julián, Faride y Antonio Haché Sued, trasladando la firma a Santiago de los Caballeros en 1932.
Conforme al censo de extranjeros radicados en República Dominicana (RD), el ministerio de lo Interior y Policía del año 1882, no identificó a ningún nacional árabe radicado en el país, consigna el escritor y editor José Israel Cuello Hernández en su obra “La emigración y su aporte a la cultura dominicana”.

Nacif Pedro Haché fundó en Puerto Plata, en 1886, con apenas 17 años de edad, sin capital de trabajo, una razón social con su nombre para traficar azúcar, que luego varió a Casa Haché. C por A, que trasladó a Santiago de los Caballeros el año citado, con este segundo nombre.

No obstante, el historiador santiaguense, Edwin Espinal Hernández, precisa en un artículo publicado en la revista Cibao del 16 de abril de 2009, que ya para el año 1883-1884 se identificaban a personajes árabes en Santiago de los Caballeros, conforme informaba la publicación Ecos del Pueblo, describiendo que “los musulmanes que de algún tiempo a esta parte nos vienen visitando frecuentemente, usando trajes inadecuados y vagando pidiendo limosnas”. Espinal, añade a esa pincelada de Ecos del Pueblo, referente a la presencia árabe en Santiago de los Caballeros así:

“Su vestimenta, su idioma y los oficios de estos recién llegados pronto impactaron en la cotidianidad dominicana, que los percibió como personajes burlescos: los turcos fueron caracterizados en el carnaval de Santiago de 1885”.
A

rturo Bueno, historiógrafo santiaguense de pinceladas de personajes y orígenes de empresas, en su obra Santiago, “quien te vio y quien te ve”, tomo I, página 185, refiere que el primer árabe asentado en la ciudad en 1897 fue Abraham Sadhalá, seguido por su primo Avelino.

“La presencia de estos dos señores, como es natural, por estos vestidos a la usanza de su país causó risa, pero como el que ríe último ríe mejor, ellos en el presente están riéndose de nosotros a carcajadas y a mandíbula batiente”.

“A poco de haber llegado los primeros Sadhalá, les siguieron los señores Narciso Haché, Julián Haché, Jacobo Helú, Amelia viuda Nazar”, escribe Arturo Bueno, barbero de oficio, y prosigue citando a medio centenar de familias árabes radicadas en la ciudad, posterior al ingreso de Abrahán Sadhalá y su primo Avelino Sadhalá, en 1897.

En el boletín 18 del Museo del Hombre Dominicano, año XI, número 18, año 1983, página 163, refiere:

“El importante Club Libanés-Sirio-Palestino domina un ala de la Plaza Independencia en Santo Domingo. Su comité directivo de unos doce miembros (incluyendo tres mujeres) está compuesto predominantemente por libaneses, siendo la gran mayoría de ellos nacidos en el Caribe”, y prosigue:

“Típica de los libaneses más exitosos en la República Dominicana, es la familia Haché. Nacif P. Haché llegó a Puerto Plata, en 1886, y fundó allí un pequeño negocio de provisiones. Catorce años después pudo abrir una sucursal en Santiago.

La administración de la empresa fue asumida por su hermano, Antonio P. Haché, y comenzó a exportar azúcar hacia los EEUU y Europa. Se abrieron otras sucursales y en 1947, se abrió una tienda en la capital. Ahora, bajo la administración de Nacif, Antonio y Jean, la empresa lardea de dos impresionantes salones de exhibición de seis pisos cada uno en la dos principales ciudades del país, vendiendo materiales de construcción y mercancías eléctricas y de plomería de todo tipo. La empresa también se dedica a una variedad de otras actividades comerciales”.

Las notas de este boletín del Museo del Hombre Dominicano, la firma David Nicholls, de Oxford University, que reposa en mi biblioteca, difiere en las primeras presencias de árabes en Santiago de los Caballeros, consignadas por Orlando Inoa Bisonó, que precisa el año 1886, Edwin Espinal Hernández que identifica los años 1883-1884, y finalmente Arturo Bueno, que dice fue en el año 1897 con Abrahán Sadhalá y su primo Avelino Sadhalá.

Por escala de rigor académico, este autor se decanta por la versión de Orlando Inoa Bisonó, que identifica el año 1886 como el inicio de la presencia árabe en Santiago de los Caballeros con Nacif Pedro Haché.

El doctor Julián Ramia Yapur, descendiente directo de familias árabes-libanesas, precisa al autor de este trabajo que el primer árabe-libanés afincado en Santiago de los Caballeros fue un señor apellido Sebelén, sin identificar nombre ni año, pero presumible antes de 1886, que ingresó Nacif Pedro Haché, a quien el alcalde Abel Martínez Durán debiera edificar un parque y un busto en homenaje al primer árabe que inició la presencia árabe en la Ciudad Corazón, ingresado en 1897, hace dos siglos, y otra a Jorge Gobaira Abibsaad, el alcalde súper histórico de Santiago de los Caballeros.

En 1886, Nacif Pedro Haché fundó en Puerto Plata una empresa para traficar azúcar.

 

Dedicatoria

Tributo de homenaje de reconocimiento a la memoria del licenciado Jorge Gobaira Abibsaad, el alcalde súper histórico de Santiago de los Caballeros, y en él, a todos los árabes que han contribuido al desarrollo comercial, industrial y profesional, medicina, leyes, agronomía, medicina veterinaria, periodismo, deportes, ingeniería, farmacia y política, de la Ciudad Corazón, y a todos mis amigos santiaguenses árabes.

El Nacional

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