Cual inquietud fervorosa, una vez más entre tantas sugerencias al primer poder del Estado y departamentos oficiales, hemos llevado a los distinguidos presidentes de la cámaras legislativas y a sus integrantes, dos anteproyectos de resolución tendentes a rendir merecidos y justicieros reconocimientos, aún en medio de su penuria y tormento, a la gloriosa San Cristóbal, generosa tierra donde nací, trasladándome siendo un niño a la gloriosa sección Los Mineros, junto a mi madre, profesora brillante y valiente en dicha sección.

Luego, a los trece años regresé a continuar mis estudios en la casa de mi entrañable tía y también genial profesora doña Luz Nina viuda Peña, quien fue a buscarme. A ella corresponde el honor de ser la primera maestra sancristobalense graduada en la Escuela Normal Superior en Santo Domingo, Distrito Nacional.
Entre las consideraciones de los anteproyectos, referimos que San Cristóbal es baluarte de la constitucionalidad y de la epopeya del 6 de noviembre del 1844, la cual nació aquí, con la cual fueron iluminados los senderos de la institucionalidad y legalidad de la patria.

Esta ciudad también sirvió de asiento a las revisiones de la Carta Fundamental en los años 1955 y 1959. El Artículo 1, que constituye un acto justiciero reconocer a San Cristóbal, ratificando su herencia como Cuna de la Constitución de la República. En el segundo texto pondera que en las diferentes instituciones y departamentos del Estado será obligatorio escribir, estampar en sus diversas correspondencias o actividades en los casos procedentes: San Cristóbal, Cuna de la Constitución.

Ya en el otro anteproyecto, referimos que la provincia San Cristóbal tiene, en casi todo su territorio, hermosas playas, balnearios, monumentos, cuevas, iglesias, centros educativos y lugares históricos. Igual, está el arte y el atractivo de sus lugares y de sus mujeres, la pujanza de sus hombres, el deporte, el periodismo, la intelectualidad y la profesionalidad de cientos de sus ciudadanos y sus ciudadanas, el trabajo de sus obreros y campesinos, transportistas, estudiantes y amas de casa y el temple y coraje de todos sus habitantes.

En la parte dispositiva resuelve: Declarar como al efecto se declara, Polo o Zona Turística de la República Dominicana a la hidalga provincia de San Cristóbal, y así ser integrada en los planes e instancias del Ministerio de Turismo y el Consejo de Desarrollo bajo su égida.

¡San Cristóbal siempre! ¡Viva San Cristóbal! Cual sea la decisión de nuestro Congreso Nacional, sugerimos a todos nuestros conciudadanos presentes aquí, y a los residentes en el extranjero, estampar en sus correspondencias, avisos, correo electrónico y otros, estas frases: San Cristóbal, Cuna de la Constitución, con lo cual estará en cruzada junto a la inmensa mayoría de sus habitantes y de los comerciantes que realizan sus actividades allí.

Debimos iniciar desde hace tiempo esta gran consigna permanente, porque la costumbre hace ley. ¡San Cristóbal siempre, San Cristóbal siempre! Reconocimiento a San Cristóbal señores legisladores, así a otras comunidades, provincias y municipios del país.

¡San Cristóbal, provincia turística de la República Dominicana!
¡San Cristóbal, Cuna de la Constitución!
¡San Cristóbal siempre!
¡Viva San Cristóbal, viva San Cristóbal!