Economía

Impuesto a alimentos importados no inquieta a restaurantes privados en Cuba

Impuesto a alimentos importados no inquieta a restaurantes privados en Cuba

LA HABANA, 3 Set 2012 (AFP) – Una nueva regulación aduanera en Cuba, que rige a partir de este lunes, obliga a pagar derechos en divisas por los alimentos que llegan con viajeros y encomiendas, pero dueños de restaurantes privados estiman que su floreciente negocio no se verá mayormente afectado.

Aunque no hay datos oficiales, existen restaurantes privados o “paladares”  que se abastecen en el exterior de quesos finos, embutidos, especias y otros productos difíciles de adquirir localmente, que son internados por los aeropuertos de la isla por “mulas” (viajeros que se dedican a esta actividad).

Las nuevas normas aduaneras, anunciadas el 2 de junio, gravan “la importación de alimentos por la vía de pasajeros” y encomiendas, los que deben ser pagados en divisas, según dispuso la Aduana.

“A partir del día 3 de septiembre, el pago de los derechos de aduanas de los envíos por cualquier vía será en pesos convertibles o CUC por quienes reciban el envío en Cuba”, dijo la Aduana en su sitio web (www.aduana.co.cu). El CUC, equivalente a un dólar, vale 24 pesos cubanos.

“El arancel es complicado, porque hay lugares (restaurantes) a los que por ciertas circunstancias entran productos del exterior”, dijo a la AFP Miguel Errasti, uno de los dueños del Doctor Café, un conocido paladar del barrio diplomático de Miramar, oeste de La Habana.

“Quizás se vean afectados los tipos de quesos. En el caso nuestro, se dificultarán las salsas y especias”, admitió.

En una isla sin mercado mayorista y con escasez de productos básicos, algunos paladares comenzaron a hacer compras en el exterior para atraer una clientela exigente formada por turistas, extranjeros residentes -entre ellos diplomáticos y empresarios-, además de cubanos que han ganado poder adquisitivo de la mano de las reformas económicas.

La importación de alimentos por particulares estaba liberada de derechos desde 2008, tras el paso de tres devastadores huracanes por la isla que dejaron pérdidas por 10.000 millones de dólares.

Pero no todos los paladares importan alimentos.

“Me adapté a lo que hay en el mercado nacional”, dijo a la AFP Lorenzo Nieto, dueño del Café Laurent, situado en La Habana muy cerca de los dos hoteles más emblemáticos de Cuba: el Nacional y el Habana Libre.

“El tipo de cocina (que ofrece este restaurante) se basa en cosas que se pueden encontrar aquí”, agregó.

“Yo hasta ahora no me he visto en la necesidad de importar. Me abastezco con las tiendas”, declaró por su parte Carlos Márquez, dueño y chef del paladar La Comercial San Cristóbal, en La Habana Vieja.

Márquez ofrece vino chileno y aceite de oliva español, pero los adquiere en tiendas estatales cubanas, lo mismo que el italiano Walter Ginebri, quien compra las pastas y quesos para su paladar “La Carboncita” de Miramar en los supermercados.

 “No nos afectan las variaciones en los productos importados”, dijo Ginebri.

Según las nuevas normas, pagan impuestos todas las cargas “misceláneas” en encomiendas y en el equipaje de los viajeros, aunque seguirán liberados los efectos personales.

Entre las “misceláneas” la Aduana incluye al “calzado, confecciones, alimentos, artículos de aseo personal y del hogar, bisutería, lencería, perfumería y similares”. El usuario tendrá que pagar 10 dólares por kilo, pero los tres primeros kilos estarán liberados.

Las nuevas normas aduaneras gravan sólo a los particulares, en un país donde el principal importador es el Estado, que controla más del 90% de la economía.

En Cuba cohabitan los restaurantes privados con los estatales, entre ellos la famosa “Bodeguita del Medio”, pero hace casi dos años –de la mano de las reformas económicas del presidente Raúl Castro– comenzaron a multiplicarse los paladares, que estaban autorizados desde 1993 pero con muchas restricciones.

El Nacional

La Voz de Todos