Opinión

Impunidad total

Impunidad total

Ante el escándalo que rodea la contratación de obras del Estado a la empresa brasileña Odebrecht, de manera muy extraña y sorpresiva el presidente Danilo Medina ha creado una comisión “independiente” integrada por “notables” para que investigue la veracidad de las denuncias de soborno de 92 millones de dólares a funcionarios del Gobierno, creando una dicotomía inexplicable con el Ministerio Público que legalmente tiene esas atribuciones, no importa lo que diga el decreto del Ejecutivo.

Llamo la atención sobre el hecho de que en la mayoría de los casos los “independientes” no son independientes, ni los “notables”, notables. En algunos existen conflictos de intereses, en otros compromisos políticos muy obvios, lo cual los descalifica para una investigación seria. Ninguno tiene conocimiento ni experiencia en investigación criminal. La persona que preside el grupo pertenecía a una empresa vinculada con Odebrecht.

El interés del Gobierno no es encontrar a los culpables de recibir sobornos y de sobrevaluar las obras contratadas, que es peor y mayor el escándalo; el propósito es ganar tiempo, dejar que el circo siga su curso en lo que llega el pan, si es que llega, mientras el morbo mediático ocupa los primeros planos en los medios de comunicación a través del formidable ejército de bocinas que tiene el gobierno.

Si de verdad existiera interés por “llevar el caso hasta sus últimas consecuencias”, como ha dicho el procurador general de la República, ya se habría contratado a una empresa extranjera para que auditara las obras realizadas por Odebrecht en el país y de ese modo determinar los niveles de sobrevaluación de las mismas, incluyendo, claro está, las plantas eléctricas de Punta Catalina, Baní, cuyo sobreprecio, según las denuncias, es superior a los mil millones de dólares.

En Estados Unidos, Brasil, Perú, Panamá, Bolivia, Angola, etc., no se han creado comisiones extrajudiciales para investigar lo que tiene que investigar de manera independiente el Ministerio Público, sin interferencia del presidente de la República.

Me temo que con Odebrecht sucederá lo mismo que con el Programa de Empleo Mínimo (Peme), la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode), los 130 millones de dólares de la Sun Land, los aviones Súper Tucano, la empresa AAA, la Oficina Supervisora de Obras del Estado, Félix Bautista, Díaz Rúa, y muchos otros escándalos de corrupción: ¡Nada!

El entramado que ha creado el Partido de la Liberación Dominicana en nuestro país, que le permite controlar todos los estamentos del Estado y de la sociedad, impide que se persiga y se castigue la corrupción ejemplarmente, como sucede en otras latitudes.