La comidilla en España es que el Fiscal asignado al caso de la Infanta Elena y su esposo Iñaki está pidiendo 19 años de prisión y seis meses para el y dos años para ella, por haberse beneficiado de la estafa del Estado Español, mediante una fundación que se llama Noos.
Lo que asombra de este caso son los montos, porque estamos hablando de menos de cinco millones de euros y nadie entiende por qué una princesa, criada en la abundancia, necesita de esa irrisoria, para ellos, suma. En el listado de los gastos están unas clases de merengue para la Infanta, lo cual nos coloca en el vórtice de un caso de corrupción que prestigia al ritmo. !Imagínense lo que es robar para poder bailar merengue!
Si menciono a Iñaki y su condena, es porque comparado con los 466 millones 550 mil 303 con 73 centavos de pesos dominicanos que dice la Procuraduría malversó Félix Bautista, mas los 3.1 millones de dolares (casi 16 millones de euros en total), la dimensión de la condena de Inaki versus los 30 años que le tocarían a Bautista suena ridícula, sobretodo cuando Félix no puede argumentar que el dinero se utilizo en clases de merengue.
Contrario a otros y otras, no tengo ningún prejuicio sobre el que un ex-vendedor de plátanos en New York se haga multimillonario, el asunto es a costa de quien o quienes, en este caso la Nación dominicana y los servicios básicos a la población mas desfavorecida. Lo que sí nos ha ofendido es que Bautista diga que Bosch lo declararía “héroe nacional” y si tomamos en cuenta lo que Félix posiblemente ha malversado, lo ha hecho para favorecer el retorno de quien puede salvarnos de todas nuestras debacles, ese predestinado de la política nacional que es Leonel Fernandez, entonces quizás tenga razón.
Veamos:
1.-Félix es “carne de la carne” de Leonel Fernández.
2.-Como hijo sabe que todas las campañas políticas, excepto las de Aliaza País, cuestan muchísimo dinero.
3.-Todo el mundo conoce que desde hace mas de dos años coordina los esfuerzos reeleccionistas de Leonel.
4.-Se comporta pues como buen hijo al dar la cara donde el ex presidente debería asumir la responsabilidad.
5.-Hay algo pues de heroísmo en la lealtad de Félix a prueba de Procuradores Fiscales, aunque su comportamiento no haya estado exento de beneficios colaterales como lo demuestra su aficción al helicóptero, los jets privados y las corbatas caras.
De lo único que estoy segura es de que Iñaki y la Infanta Elena estarán lamentando no haberse nacionalizado como dominicanos, en esta media isla donde como dice el slogan de Turismo “todo es posible”, y el único límite es el mar. Contarían con unas cortes de justicia deslumbradas con su abolengo e influenciadas por la misión trujillista de “blanquear la raza”, y con un pueblo que les enseñaría a bailar merengue (y hasta bachata) de manera gratuita, en el Bonyé de los domingos.
