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Indios sin problemas con el regreso fiesta a Cleveland por sexto juego Serie Mundial

Indios sin problemas con el regreso fiesta a Cleveland por sexto juego Serie Mundial

Los fanáticos de los Indios llenaron a reventar el Progressive Field para una fiesta para ver el Juego 5 de la Serie MundialCHICAGO, EE.UU.- Todo el tiempo, él prometió que sería el anfitrión de una fiesta. Así que, de la forma que lo ve Mike Napoli, la única consecuencia de la derrota de los Indios de Cleveland 3-2 ante los Cachorros de Chicago en el Juego 5 de la Serie Mundial en el Wrigley Field fue que él finalmente tendrá la oportunidad de tener a todo el mundo unido en una celebración por el campeonato.

“Ese es el plan ahora”, dijo Napoli, el veterano inicialista de los Indios. “Yo estaba hablando con un par de personas que sería muy bonito hacerlo frente a nuestros fanáticos. Va a ser algo increíble. Algo bien loco”.

Fue algo loco cuando los Indios celebraron en el terreno del Fenway Park tras eliminar a los Medias Rojas de Boston en la Serie Divisional de la Liga Americana. Fue algo loco cuando descorcharon las botellas de champaña en el Rogers Centre tras eliminar a los Azulejos de Toronto en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Pero si los Indios pueden lograr una victoria más y asegurar su primer título de Serie Mundial desde 1948… bueno, va a ser algo épico. Y a pesar que lo querían hacer aquí el domingo en la noche, a pesar de lo mucho que lo intentaron al enfrentarse al lanzamisiles cubano de los Cachorros Aroldis Chapman en las últimas 2.2 entradas, que fueron para comerse las uñas, un logro tan monumental como este no estaría completo si no le siguiese una fiesta hecha por Napoli, como claramente sugieren las camisetas que los jugadores, empleados y fanáticos de los Indios han utilizado toda la temporada.

Entonces quizás no sea algo tan terrible que el abridor de los Indios Trevor Bauer permitiera tres carreras en la cuarta entrada del Juego 5 o que su estelar torpedero Francisco Lindor fuese puesto out en intento de robo de la segunda base en la sexta entrada antes de quedarse viendo pasar el tercer strike con la carrera del empate en tercera base en la octava entrada.

Después de todo, los Indios hicieron comoquiera lo que vinieron a hacer a Chicago, ganar dos de tres partidos, tomar control de la 112ª Serie Mundial y darse a si mismos la oportunidad de ganarlo todo en Cleveland, donde tuvieron marca de 53-28 en la temporada regular, empatados con los Vigilantes de Texas con el mejor record local en la Liga Americana.

¿Esperar hasta el año que viene? En lo que concierne a los Indios, ese lema es solo de los Cachorros. Ellos se conforman con meramente esperar hasta el martes en la noche, cuando el derecho Josh Tomlin se encargue del montículo en el Juego 6.

“Quiero decir, nosotros queríamos acabar esto aquí, pero eso es parte del juego”, dijo Lindor, parado en el césped del Wrigley con varios fanáticos celebrando (y molestándolo) a su alrededor tras la primera victoria de los Cachorros en Serie Mundial en casa desde el 8 de octubre de 1945. “Todos sabemos que ellos tienen un buen equipo. Nosotros sabíamos que no ibamos a barrer la serie. Nadie dijo que iba a ser fácil. Estoy ansioso por volver a casa y esperamos poder lograr la victoria que nos falta allá”.

Al sobrevivir para jugar al menos un partido más, los Cachorros le robaron la formula a los Indios: Raspar la superficie para tomar la ventaja, y luego entregarle el partido a su mejor relevista.

Bauer, errático toda la temporada y lejos de ser algo seguro para cerrar la serie ante el as de los Cachorros ace Jon Lester, lució muy bien por tres entradas. Pero cometió el error de dejar dos rectas por encima del plato en turnos consecutivos para abrir la cuarta entrada. Kris Bryant conectó la primera de ellas para lograr cuadrangular que empataría el juego, y Anthony Rizzo envió la segunda a lo profundo del derecho para un doble.

Ben Zobrist and Addison Russell le siguieron con sencillos consecutivos antes que Javier Báez sorprendiera con un toque para sencillo dentro del cuadro con un out, y David Ross conectara elevado de sacrificio para poner el marcador 3-1.

Los Indios recortaron la ventaja a 3-2 para el momento que el manager Joe Maddon echó mano de su propia versión del relevista estelar de los Indios Andrew Miller. Chapman hizo 42 lanzamientos para asegurar un salvamento de ocho outs, incluyendo el ponche en la octava entrada a Lindor, quien dijo que “no pensé que fuese capaz de batear alguno de esos pitcheos que me hizo”.

“Nadie ni siquiera corre hacia el estante de los bates cuando Chapman entra a juego”, dijo el manager de los Indios Terry Francona. “Se le pidió algo grande y él supo responder. Quiero decir, es parecido a lo que ha hecho Andrew, hizo algo bien parecido”.

Y cuando todo acabó, los Indios apenas pestañearon.

“Seguimos en buena posición. Nos vamos a casa en ventaja 3-2”, dijo Napoli. “Hicimos lo que teníamos que hacer aquí. Nos pusimos en posición de tratar de ganarlo todo en una atmósfera loca. Estamos contentos de lo que hicimos aquí, y nos vamos a casa para jugar frente a nuestros fanáticos”.

Dijo el coach de pitcheo Mickey Callaway: “Ellos saben que para venir a esta atmósfera y ganar dos de tres partidos se necesitaba un esfuerzo especial. Estoy seguro que todos ellos están orgullosos de eso. Todo se reduce a un sexto y séptimo juego, que están jugando en el patio trasero como si fueran chicos de 10 años, estos son los escenarios con los que uno sueña”.

Pero los Cachorros también tienen sus razones para creer. Por un lado, el toletero Kyle Schwarber estará de vuelta en la alineación como bateador designado luego de tener un solo turno en los pasados tres juegos. Por otro, el actual ganador del Cy Young Jake Arrieta estará en el montículo en el Juego 6.

Y los abridores de los Juegos 6 y 7 por los Indios — Tomlin y el as Corey Kluber, de ser necesario – lanzarían con poco descanso, una situación que nunca es ideal.

Pero Callaway notó que Tomlin hizo solo 58 lanzamientos en el Juego 3 el viernes en la noche y Kluber no llegó a los 90 pitcheos ni en el Juego 1 ni en el 4.

“Esto realmente les va a ayudar a ellos”, dijo Callaway.

Dijo Napoli: “Todos tenemos toda la fe del mundo en JT. Él ha demostrado que ha lanzado bien. Los chicos del bullpen tendrán descanso [el lunes]. Seguimos siendo un grupo confiado. Nadie está bajando la cabeza en este camerino”.

A medida que los Indios proyectaban confianza en el terreno luego de apenas su tercera derrota de la postemporada, un mar de fanáticos de los Cachorros se reunió en las afueras del Wrigley, llenando la esquina de las calles Clark y Addison para celebrar algo que no había ocurrido aquí en 71 años.

Napoli, quien ganó una Serie Mundial en Boston en 2013 y jugó en otra con Texas en 2012, intentó pintar lo que será el escenario de vuelta en Cleveland el martes en la noche, cuando los Indios intentarán hacer algo que no han podido lograr en 68 años.

“Yo no sé si ustedes saben, pero esta noche hubo casa llena para una fiesta para ver el juego (en el Progressive Field)”, dijo Napoli. “Una fiesta solo para ver el juego. ¿Se puede imaginar cómo será cuando juguemos allí? Va a ser algo divertido. Los fanáticos van a estar encendidos y nos van a ayudar a encendernos a nosotros”.

¿Y si los Indios pueden ganar solo uno de los próximos dos juegos?

Habrá una fiesta completa a cuenta de Napoli, la que es para ellos la única forma de celebrar adecuadamente.

El Nacional

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