Opinión

Infeliz respuesta

Infeliz respuesta

El ex presidente Leonel Fernández se ha lanzado a las calles y todos sabemos en procura de qué. Esa es una decisión que reviste mucha importancia por el contexto en el cual se toma y por las repercusiones que va a tener, tanto a lo interno de su partido, como a nivel nacional.

Lo primero que se aprecia es que la misma debió anunciarse antes de lo que pensaba hacerse y eso solo ocurre cuando acontecimientos imprevistos fuerzan a precipitar cosas que no se iban a hacer o se harían con posterioridad.

Ese detonante fue la difícil situación que se le presentó al presidente del PLD ante las declaraciones de Quirino Paulino, la cual se vio agravada por la torpe reacción inicial que se tradujo en una escueta nota que solo sirvió para complicarle el asunto, deteriorándole más su imagen.

Así las cosas, resulta imposible desvincular su atropellado lanzamiento del momento político acuciante que le había surgido. Ahora bien, era elemental que ante una situación de indefinición en torno a la posible repostulacion del Presidente Medina, por prudencia era imperativo aguardar que tal circunstancia se despejara. Al no hacerse, se opta por enfrentar al poder que, en este caso, lo encarna el primer mandatario. Eso podría resultarle bastante oneroso al pasado presidente.

No solo está demostrando que le asigna responsabilidad a la cúspide del poder en los hechos que le afectan, sino que reta al inquilino del Palacio, oponiéndose a la mayoría de los miembros del PLD que, según encuestas, prefieren la repostulación de Danilo Medina por simple supervivencia política ya que, de acuerdo a los mismos estudios, con la candidatura del Presidente es que los peledeistas garantizan, sin riesgos, su permanencia en el poder.

Esta nueva actitud de Leonel Fernández contradice posiciones asumidas por él en el pasado cuando afirmaba que la antorcha no se arrebata y que a un presidente que lo haya hecho bien debe dársele la oportunidad de continuar al frente del gobierno. Parece que esas premisas solo son aplicables cuando el presidente es él.

Es obvio que no está visualizando el empedrado camino que está transitando. El proyecto de poder que representa es antagónico al del presidente y dada la correlación actual de fuerzas es torpe confrontar a quien podría tener la llave del futuro inmediato. Danilo Medina merece que su organización y sus líderes le permitan tomar una decisión respecto al próximo período gubernamental.

El Nacional

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