Opinión

Infoseguridad 007

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El primero de junio de cada año comienza la temporada ciclónica para esta zona del Caribe y se extiende hasta el día 30 de noviembre. Aunque con los cambios climáticos y los fenómenos del calentamiento global han surgido, como se esperaba, verdaderos ciclones o tormentas tropicales fuera de temporada.

Los centros de estudios avanzados de fenómenos atmosféricos han pronosticado para esta temporada la formación de 14 tormentas tropicales, de las cuales de cuatro a siete podrían ser huracanes.

Como nuestro país está ubicado en la ruta de esos huracanes, resulta necesario que los ciudadanos no se acuerden de Santa Bárbara cuando truena y hagamos nuestras previsiones ante el anuncio de las autoridades competentes, léase el Comité Nacional de Emergencia presidido por la Defensa Civil.

En localidades de hacinamiento como las barriadas que se encuentran a orillas de ríos y cañadas se hace necesario estar atentos, confiar y obedecer a las disposiciones de los organismos de la Defensa Civil, para evitar tragedias y hechos lamentables.

La prevención sigue siendo el aspecto fundamental ante estos casos de desastres naturales. Hay que estar preparados, especialmente las personas que viven en localidades de alto riesgo, de deslizamientos de tierra y de inundaciones.

Juan Pablo Sarmiento, co director del Programa de Reducción de Riesgos de Desastre del Centro Latinoamericano y del Caribe, explicó que “el proceso de gestión de riesgos no sólo implica respuesta a los acontecimientos, sino también, y sobre todo, de alerta temprana para analizar vientos, precipitaciones, caudales y otras variables prevención”.

Además planteó “la necesidad de que el tema de gestión de riesgos sea transversal en las discusiones de Estado, para que en lugar de tener gigantescos presupuestos de gestión de riesgos cada sector mantenga un criterio que lleve a la apropiación del tema y permita destinar los montos requeridos para la sostenibilidad de esos programas”.

Si aplicamos la sicología, la población dominicana posee el mayor grado de resiliencia, ya que hemos dado  muestra de ello en reiteradas ocasione, pues afortunadamente nos reponemos y recuperamos rápidamente. Pero lo relevante de todo esto es que los dominicanos debemos hacer conciencia en el escaso respeto a las normas, lo que aumenta los riesgos.

Los cambios climáticos nos muestran la necesidad de hacer cultura en el cumplimiento y respeto a las leyes, ya que cada vez más sorpresas se desprenden de estas situaciones.

Las autoridades estatales, los medios de comunicación y cada persona individual, debemos trabajar por una cultura de prevención, mitigación y control  de desastre, ya sean estos naturales o provocados por las personas.

A propósito del Día Internacional del Medio Abiente, la salvaguarda de éste evita considerablemente los fenómenos atmosféricos y los humanos, garantizando mejor calidad de vida, seguridad y convivencia pacífica.

El Nacional

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