Opinión

Infoseguridad

Infoseguridad

En todos los períodos de la historia y en todos los lugares del planeta, aparece la educación como instrumento para el  desarrollo sostenible. Al parecer nuestros gobiernos y la sociedad en general lo ignoran o no les importa.

A  propósito de la frase de Salvador Allende “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Cabría preguntarse: Qué pasa con los sentimientos revolucionarios de nuestra juventud?

Entendemos que el 4% designado a la educación no debe limitarse en construcciones de aulas y compra de butacas. Pero lo más preocupante es dejar los mismos actores fracasados a la cabeza de los ministerios responsables de manejar la educación tanto en los niveles básicos, como superiores. 

Para lograr una verdadera revolución cultural y educativa apremia elegir y designar científicos e intelectuales probos e impolutos al frente de los ministerios de: Educación, Educación Superior, Cultura y Deportes, establecer estricto control de calidad, con laboratorios de ciencias, química, física, biología, arte en general y tecnologías requeridas a los avances del momento.

Todo este déficit de calidad educacional inciden en las diversas formas de violencia; por otra parte la inestabilidad, debilidad institucional; así como  la pobreza y el desorden político, este último deja muy mal sentado la base de nuestra democracia que está sustentada en nuestros partidos y que se han convertido en mercaderes. Todo esto sin duda alguna ha dado paso a la corrupción y la impunidad.

El Derecho a la educación de calidad es un mandato resguardado por: La Constitución, Ley 66-97 y Ley 139-01. Además por acuerdos internacionales, con maestros calificados, así como eficiencia y transparencia en la administración y ejecución de los recursos. La educación es el motor para alcanzar el desarrollo integral y humano. Con una sociedad educada elegiremos gobernantes y funcionarios probos y capaces. La corrupción y la impunidad son la principal amenaza para la gobernabilidad. La pobreza,  inseguridad y la violencia sus mayores síntomas.

En Bolivia Evo Morales, con una gran popularidad se vio obligado a derogar el aumento del gas, en Venezuela Hugo Chávez con  el poder absoluto vetó  la Ley de Universidades, impidiendo el  aumento del IVA, en Túnez derribaron el Gobierno, en Egipto también fue derrocado y otros tantos ejemplos que podríamos citar que muestran que la soberanía corresponde al pueblo, a la gente que trabaja honestamente y tributa. Enfatizo con una frase de la Película V de Venganza: “Los pueblos no deben temerles a sus gobiernos, los gobiernos deben temerles al pueblo”.

Nuestra falta de autoridad y el silencio del Presidente frente a la corrupción y las injusticias con impunidad imponen cohesionarnos para subordinar  y obligar a todos los poderosos públicos y fácticos, funcionarios, empresarios y políticos a defender y respetar los derechos y libertades de todos. Resaltando la distribución de riquezas con equidad, transparencia, garantizando respeto y protección de los recursos naturales (revisar los contratos mineros y eléctricos para redireccionar estos fondos a la educación de calidad).

Nos toca ser oportunos para alcanzar el éxito.

 

El Nacional

La Voz de Todos