La Interpol define como crimen organizado aquellos grupos que tienen una estructura corporativa cuyo objetivo primario es la obtención de ganancias mediante actividades ilegales, a menudo basándose en el miedo y la corrupción
El peligro del crimen organizado no es solamente las actividades ilícitas que destruyen la paz social y el desarrollo pleno de los Estados, sino que la víctima no es una sola persona, sino la sociedad completa que sufre doblemente.
El numero de características para determinar un grupo de crimen organizado es variable pero de acuerdo a la comisario director del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado, del Ministerio de Interior y profesora del Instituto Ortega & Gasset de España, debe contar con 11 parámetros, de los cuales 4 son imprescindibles y 2 de libre elección que son cambiantes en el tiempo:
Colaboración de 2 o más personas,
actuación con permanencia en el tiempo,
comisión de delitos graves,
búsqueda de beneficios o de poder,
reparto especifico de tarea,
extensión al ámbito internacional,
uso de control interno o disciplina,
uso de violencia física, amenaza o acoso, tanto a lo interno como a lo externo,
uso de estructuras económicas o comerciales,
implicación en el lavado de activos, y
uso de influencias sobre políticos, medios de comunicación masiva, administración pública, autoridades judiciales o sobre las actividades económicas.
En España utilizan banco de datos biométricos y de ADN, tomarlo en cuenta para el uso en el país.
Algunas instituciones:
Centro de Análisis de Observación Marítima, conformado por 7 países europeos y Canadá.
Las leyes penales de muchos países contemplan de forma general ciertos lineamientos o comportamientos de acciones que se definen como terrorismo, tal es el caso de España.
Debido al papel políticamente neutro que debe jugar, la constitución de la Interpol prohíbe cualquier tipo de relación con crímenes que no afecten a varios países miembros, y ningún tipo de crimen político, militar, religioso o racial. Su trabajo se centra en la seguridad pública, el terrorismo, el crimen organizado, tráfico de drogas, de armas, de personas, blanqueo de dinero, pornografía infantil, crímenes económicos y la corrupción.
Las Organizaciones Criminales
Carecen de un interés político propio, por lo que se diferencian del terrorismo.
Constituyen una jerarquía organizada, no son saqueadores espontáneos ni fruto de una rebelión.
