¿Por qué en las cárceles dominicanas no establecen una seguridad privada para la custodia de los presos, como se hace en los Estados Unidos y de esta manera se evitaría la corrupción que hay en ellas?.
El asunto no es tan sencillo como parece. En estos sistemas entran en juego la cultura y la tradición del país donde se vaya a aplicar y no solamente eso, sino también las disposiciones legales existentes. Siendo esto más grave cuando se trata de la custodia y seguridad de personas condenadas o en proceso de justicia, es decir que están como se dice en el argot jurídico, subjúdice.
Hay que tomar en cuenta que en nuestro país no existe todavía alguna compañía especializada que quiera dedicarse a la custodia de presos o internos.
De esa situación y tradicionalmente, se desprende que la custodia de los presos o internos es responsabilidad compartida del Ejército y de la Policía junto a los guardianes penitenciarios, adscritos a la Procuraduría General de la República, que no son suficientes todavía, no tienen la experiencia requerida, ni podrían por ahora dedicarse exclusivamente al control y seguridad de todos los recintos carcelarios del país.
La mayoría de las cárceles dominicanas de mayor población están bajo custodia de la Policía Nacional, como son la Penitenciaría Nacional de La Victoria y la cárcel de Najayo. También las de Baní y Barahona, entre otras.
Mientras que el Ejército Nacional está a cargo de los recintos de La Romana, Espaillat, Lla Vega y Elías Piña, por citar algunas.
La cárcel de Rafey, en Santiago y la de Puerta Plata, entre otras, cuentan con un cuerpo especializado de custodia penitenciaria, formado por personal idóneo, debidamente seleccionado sin criterios de amiguismo, bien entrenado y actualizados; siendo los mismos parte del servicio público del país y adscrito a la Procuraduría General de la República. Es imperativo lograr en el menor tiempo posible reformar y dotar la totalidad de cárceles de dicha policía penitenciaria que hasta ahora es un ejemplo de reconocimiento internacional.
Demos tener claro que la privatización del sistema de Custodia Penitenciario no es una garantía para evitar la corrupción y lograr la eficiencia, pues en investigaciones realizadas en cárceles administradas por el sector privado, se han detectado actos de corrupción, violación de los derechos humanos y explotación de los internos.
Por otro lado, los resultados del actual sistema penitenciario con sus nuevos policías especializados egresados de la Escuela Nacional Penitenciaria, como parte de la Procuraduría General de la República.
