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Infoseguridad

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A pesar de que la generación de energía en  República Dominicana es uno de los renglones que más gastos provoca al Estado, los generadores y fiscalizadores del servicio eléctrico ofrecen un servicio ineficiente y de menor cobertura cada día.  Por la importancia que reviste el servicio eléctrico para el desarrollo y desenvolvimiento social del país he decidido compartir  con mis lectores las vicisitudes que vive a diario una familia dominicana: hace unos días mientras dormía, se descargó el inversor por la prolongada ausencia de energía eléctrica, a las 3:00 de la madrugada me desperté por el calor y no pude volver a dormir.

 En la mañana, cuando fui a revisar mis alimentos a la nevera, me percaté de que se habían descompuesto algunos. No pude encender la computadora ni tenía Internet y no pude revisar mis escritos, se retrasó mi trabajo y por consiguiente, pérdidas en mi producción laboral.

También se descargó el inversor de uso común del edificio impidiendo que el agua suba a la cuarta planta en donde resido por falta de presión. Las condiciones de higiene se dificultaron en el hogar, impidiendo procesar los alimentos, asearnos; además los niños no lograron hacer las tareas y mi hija con alguno de sus compañeros se retrasaron  en la entrega de su proyecto de ciencias.

 Como queda evidenciado, esto detiene el proceso de desarrollo y producción de cualquier familia y del estado en su conjunto. Sumado a lo antes dicho, con el proceso de vaivén que tiene la energía eléctrica con irregularidad de voltaje, se quemó mi computadora personal, la batería costó RD$2300  y el cargador RD$1300, aparte de los RD$1000 de pago al técnico.

Por otra parte mi vehículo en esos días estuvo en el taller, un  problema que se podía solucionar en uno o dos días, como consecuencia del corte eléctrico permaneció más de 10 días.

Si siendo una persona de clase media, todo el entorno de funcionalidad normal en mi vida y con mi familia, incluyendo la producción para sostenerla, quedaron afectadas. Visualicemos esto en una familia de menores ingresos o aquéllos que tienen pequeñas empresas y necesitan el suministro de energía para producir, como los  salones de belleza, los talleres, colmados, pequeñas fábricas, ni imaginar cómo se las arreglan el conjunto de los estudiantes.

 Por dicha situación se han agudizado huelgas y protestas en todo el territorio nacional, incluyendo los casos de la UASD y de San Francisco de Macorís con trágicos resultados de un coronel y un estudiante asesinados y varios heridos. Así mismo el director de la CAASD, Alejandro Montás, atribuye a la suspensión constante de la energía el problema de reducción en el abastecimiento del agua. Los circuitos de 24 horas de servicios de energía se han reducido a 14, sin consecuencias.

A este ejemplo de experiencia propia se obliga sumarse el aumento de inseguridad, las dificultades de estudio, el deterioro de la salud, los grandes entaponamientos y otros. Esto indigna a cualquier persona. En conclusión podemos decir que todo el aparato productivo y la calidad de vida se detiene.

El Nacional

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