Opinión

Infoseguridad

Infoseguridad

Hoy día, muchos medios de comunicación se prestan para engrandecer, engreír y burocratizar a los funcionarios públicos y privados, quienes contrario a su esencia en su mayoría no funcionan, contribuyendo a su ineficiencia, perdiendo la visión, el rumbo y apartándolos de sus roles.

A propósito de roles, cabe señalar que como consecuencia de esa misma realidad existe una ausencia de ejecución de los mismos y es responsabilidad de los mass media alertar a la sociedad para que cada funcionario cumpla su rol. De esta misma manera, cada ciudadano debe jugar el suyo de acuerdo a la posición o a la acción que le corresponda realizar dentro de la organización social del Estado Dominicano.

Como función social los medios de comunicación y sus actores deben cumplir su esencia de informar, educar y entretener a los habitantes de toda sociedad.

Su posición en el juego de roles debe consistir en utilizar sus mensajes para motivar e involucrar a la familia en el civismo, la urbanidad y sobre todo en revertir la anomia que se vive en el país, que si bien es cierto debe ser controlada por el sistema estatal, los medios somos los llamados a dar la alerta y la atención para que no sigamos creciendo en el desorden, en el irrespeto, en la violencia y en la intolerancia.

Es imperativo para la República Dominicana que los medios de comunicación y sus principales actores, puedan influir en defender el ejercicio pleno de los derechos fundamentales de las personas a través de la participación interactiva y democrática en las tomas de decisiones de la cosa pública, con el objetivo principal de desarrollar un proyecto de nación en que reine la igualdad social.

La prensa es también llamada Cuarto Poder, término atribuido al escritor y orador Edmund Burke, quien lo utilizó a mediados del siglo XVIII para referirse a la Prensa que tanta influencia ha ganado detrás de los poderes del Estado (Ejecutivo, legislativo y judicial).

Hoy día esta incidencia ha sobrepasado la fuerza de aquel entonces, por lo que actualmente, es ilimitado y en muchas ocasiones supera en dominio a los demás poderes.

Este poder coloca a los medios de comunicación en un control social alternativo, el cual puede construir o representar seriamente la voz del pueblo. Por otro lado, los medios y sus actores tienen la tarea de alertar a través del monitoreo y escrutinio los males que dañan las instituciones públicas y privadas.

Estos deben ser una especie de vacuna o antibiótico para sanar la salud social. Cuanto más objetiva, responsable y transparente es la actuación de los medios de comunicación habrá mayor garantía de que los ciudadanos puedan gozar de sus libertades fundamentales y un estado de derecho pleno.

Debemos contribuir cada día más a que nuestras sociedades sean más participativas y justas, como reconocimiento a todos los comunicadores que han caído en las luchas por defender a la ciudadanía, principalmente la libertad de expresión. Vale la pena que en pleno siglo XXI, cuando gozamos de mayores libertades, se siga vigorizando el Cuarto Poder, a fin de que esas víctimas no hayan muerto en vano y defendamos el rol del comunicador en beneficio de la colectividad.

El Nacional

La Voz de Todos