Opinión

Infoseguridad

Infoseguridad

A propósito de la demanda de amparo del General Percival II

Recordando al excelente escritor Federico García Godoy, (1857-1924), nuestro “derrumbe” actual consiste precisamente en que los grandes y necesarios cambios dentro del Estado de derecho deben ser efectuados por la clase política, y es precisamente esa clase política el gran obstáculo para que esos cambios fundamentales sean efectuados. Por tal razón deben participar en política los hombres y mujeres honestos, y provocar el cambio, haciendo contrapeso y creando una gran cohesión en valores humanos y principios éticos.

Tal como lo define Wenceslao Vega en su libro Historia del Derecho Dominicano: “El derecho, como superestructura impuesta por la clase que detenta el poder, sirve solo a los intereses de esa clase, por más democrática y humanitaria que parezca la legislación. Cuando la Ley claramente tiende asegurar esos intereses, su letra es obedecida por los encargados de aplicarla, pero cuando ella perjudica el dominio de esa clase, sus jueces y gobernantes se encargan de tergiversarla o tomarla en letra muerta”.

Si tomamos en cuenta esta aseveración, la misma queda demostrada con las repetidas  situaciones o sucesos que ha vivido y vivimos los dominicanos con las violaciones, incumplimiento e irrespeto a las leyes, lo que nos convierte en un Estado y sociedad anómicos, principal razón que generan la problemática del país, de los cuales debemos citar el caso del General Rafael Percival Peña, hoy retirado, cabe destacar de manera irregular e inconstitucional, y con la cita de este caso, queremos representar a todos aquellos miembro de las Fuerza Armadas y de la Policía Nacional, que se siente violentados en sus derechos con relación a situaciones semejantes. En que nos basamos para afirmar dichas violaciones y abusos, en nuestra Constitución, que especifica claramente que no puede haber discriminación: “Artículo 253.- Carrera militar. El ingreso, nombramiento, ascenso, retiro y demás aspectos del régimen de carrera militar de los miembros de las Fuerzas Armadas se efectuará sin discriminación alguna, conforme a su ley orgánica y leyes complementarias. Se prohíbe el reintegro de sus miembros, con excepción de los casos en los cuales la separación o retiro haya sido realizada en violación a la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, previa investigación y recomendación por el ministerio correspondiente, de conformidad con la ley.” Y se reafirma en el Artículo 4.- de la Ley Orgánica no. 873, “Las Fuerzas Armadas se rigen estrictamente por lo establecido en la Constitución y por las disposiciones de las leyes y Reglamentos de carácter militar.” Pues esta claro lo que demanda el General Percival, lo contempla la constitución, no hay por que alarmarse y venir con diatribas.

Debemos romper con nuestra debilidad institucional y exaltar la vocación militar-policial y la creación de conciencia para la legitimación de nuestras FFAA y Policía Nacional, bajo el compromiso de ejercer la seguridad y defensa integral, humana y ética.

El irrespeto al escalafón, la malversación de los recursos asignados y la impunidad, tiene que detenerse y en muchos casos revertirse, y más cuando muchos militares y policías, de los que ocupan puestos de dirección, son más antiguos en el servicio y con menos profesionalización y probidad. Continuará…

El Nacional

La Voz de Todos