Opinión

Infoseguridad

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Luego del final de la Guerra Fría,  Estados se vio obligado a reformular la defensa, ante la aparente falta de amenazas, no siendo necesarias mayores transformaciones en las fuerzas policiales, salvo las rutinarias o uno que otro caso de violaciones a los derechos humanos, las fuerzas armadas fueron vistas como sobrantes ante aquel panorama ilusorio de un mundo perfecto y feliz. Para ellos se plantearon dos estrategias, una, reducirlas, y dos, eliminar, mayormente los  ejércitos.

 Las FFAA dominicanas no escaparon a esa realidad y aplicaron dos estrategias, una, tecnificarse con el requisito sine qua non de ser  Diplomado de Estado Mayor por una academia militar, y dos, la estrategia de mutar o desplazarse al asumir o engullir por ósmosis aniquilante a las funciones y tareas propias de la Policía Nacional.

Crearon hábilmente unos tanques de pensamiento, publicaron un libro de doctrina y aumentaron los enclaves en la clase política con estrategias sostenidas de lobismo o búsqueda y cabildeo. Estas intenciones institucionales han sido sostenidas por más de veinte años y se inventaron el eufemismo de Cuerpos especializados para disfrazar sus reales intenciones, arrebatar las funciones y espacios policiales. Este artículo no trata en sus consideraciones de crear una pelea interinstitucional, sino de desenmascarar, ante la opinión pública la labor de zapa, que ha debilitado seriamente al a Policía Nacional que consecuentemente empeora la seguridad ciudadana.

Innegablemente las las FFAA en su improcedente cliché de intereses estratégico para la seguridad y el desarrollo nacional y citando falsamente que es un mandato constitucional se están apoderando de todas las policías especializadas que por el contrario están violando la Constitución y las leyes de justicia atinente al derecho punitivo que es competencia de la función policial conjuntamente con los demás actores del sistema judicial.

La irresponsabilidad e incapacidad con el sesgo de las ambiciones corruptas de la mayoría de nuestros Jefes de Policía permitieron los decretos que adjudicaron a las FFAA las policías especializadas: de Policía Privada (SVSP), Policía Ambiental (Senpa), Policía del Metro (Cesmet), Policía de Control de Combustible (Ceccom), Politur o Policía Turística  (Cestur), así como todos los servicios de seguridad de las oficinas públicas puertos, aeropuertos y migración que corresponden a tareas propias de policía por naturaleza y esencia.  Lo que se hace más grave hoy al abrogárselas en su ley orgánica recientemente aprobada.

Es evidente que hoy las FFAA son la principal amenaza a la institucionalidad policial y a la seguridad ciudadana. Siendo esto además un riesgo para nuestra soberanía y su defensa poniendo entre dicho el rol de las FFAA.

Hoy nuestro políticos mal asesorados o por ignorancia tienen el interés de dispersar y desvirtuar la función o los roles policiales. Y los militares están aprovechando esos errores y resentimientos de la clase política, para absolver nuestros espacios. Esto nos presenta el peor escenario jamás visto en la historia policial y la más eminente amenaza de destrucción de nuestra institución policial.

Urge enmendar todos estos errores en nuestra ley orgánica policial que aun esta en debate en el congreso y de esta manera recuperar la institucionalidad perdida. Involucrémonos, es deber participar, ya que la seguridad nos atañe a todos.

Dios te bendiga siempre.

El Nacional

La Voz de Todos