Opinión

Infoseguridad

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Tradicionalmente los temas de seguridad son ajenos a las poblaciones de los países, por lo general son temas exclusivos de los que están involucrados en ello por su profesión u oficio tales como militares, policías y seguridad privada. Pero lo cierto es que a través de la historia las sociedades han acelerado los inventos científicos y el desarrollo industrial para uso de la guerra y obtención de poder, lo que por un lado ha traído beneficios y por otro lado grandes destrucciones.

Podríamos afirmar que la inversión en tecnologías de armas de guerra está muy por encima de la inversión en medicina, alimentación, educación y otros usos que benefician al ser humano.

Los grandes sucesos vividos en la historia en los que han sido protagonistas militares y policías, además de sociedades completas que se han involucrado en guerras, han tenido que usar obligatoriamente los principios y estrategias de guerra que entran en la seguridad y defensa de las naciones.

Con estas y muchas otras razones queda evidenciada la relevancia de conocer e involucrarse en los asuntos referentes a la seguridad y defensa de los Estados especialmente por la clase política y sus académicos, para de esta forma poder lograr políticas públicas acordes a los requerimientos de la sociedad y sus intereses comunes.

En este momento la República Dominicana está llevando a cabo la reforma de ambas leyes orgánicas de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Se ha propuesto modernizar una u otra base legal en lo que a seguridad pública y defensa nacional se refiere. Pero al parecer no está claro lo que corresponde a cada ámbito, ósea los asuntos de defensa que atañen a las Fuerzas Armadas y los asuntos de seguridad ciudadana que conciernen a la Policía Nacional, razones por lo que me permito hacer algunas puntualizaciones, ya que históricamente los dominicanos han visualizado estos ámbitos de manera similar, situación que ha traído conflictos institucionales que de seguir así, conllevará a graves consecuencias.

Independientemente de las erróneas tareas y misiones que tradicionalmente han desempeñado las Fuerzas Armadas en cuestiones propias de seguridad ciudadana, y de la falta de una base legal que determine con claridad su competencia institucional y limite incursionar otras funciones, están claras por naturaleza y por los estudios realizados las funciones esenciales de la Policía Nacional, lo cual es imperativo en el proceso de fortalecimiento de la institucionalidad democrática.

Cuando Sucede una violación a la ley penal, cualquiera que fuese ésta, corresponde a la Policía Nacional asumir su rol en cuanto a la investigación como auxiliar de la justicia y de igual manera en su actuación de rol preventivo en pos de evitar los crímenes y delitos de la sociedad. O sea que la ciencia de criminalística, de criminología, protección civil, seguridad civil en general y funciones de los encargados de hacer cumplir la ley, son esencialmente de naturaleza policial.

Es adecuado el momento para que estos errores tradicionales heredados de las dictaduras, de la guerra fría y de las debilidades de nuestro sistema democrático, queden enmendados.

Dios te bendiga siempre.

El Nacional

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