Opinión

Infoseguridad

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“El respeto al derecho ajeno es la paz”  y  la clave de convivir con civismo y libertad.

En estos momentos nuestro país con todos sus habitantes estamos viviendo la crisis social más agresiva en cuanto a las debilidades institucionales e irresponsabilidad de sus autoridades provocándose por ende un ahogo en los servicios básicos y en las garantías de los derechos fundamentales. Situación ésta que debe llamarnos a la reflexión y lo que me motiva aclamar la atención con algunos señalamientos:

Crisis educativa por irresponsabilidad y desinterés estatal. Inseguridad y crímenes en niveles nunca vistos. Un sistema de salud deprimente, epidemias como el cólera y dengue entre otras. Crisis energética desde las primeras instalaciones. Desorden vial y ambiental (ruido y basura) Mineras y constructores que contaminan las aguas y la foresta. Urbanismo salvaje, desproporcionado  y sin planificación. Una economía que incrementa la desigualdad. Crisis institucional por corrupción. Cero competitividad, prevalecen el amiguismo, el clientelismo y el servicio público ofertado como favor. Cero independencias de poderes  lo que nos hace un Estado fallido y contrario a como nos define la Constitución. Crisis de valores éticos y morales.

Y para mí lo más preocupante es la crisis familiar ausente de valores y educación de hogar, colmada de violencia intrafamiliar y de embarazos en adolescentes. Además “La disponibilidad, la accesibilidad y el volumen de pornografía infantil” utilizado y consumido por los pedófilos es execrable, pero más siniestro lo son los protagonistas de esta práctica los programadores y promotores de programas tecnológicos de información en la red que hacen posible esta nefastas operaciones criminales con fines comerciales que representa en el mercado internacional miles de millones de dólares, y que en nuestro país como destino turístico nos hace más vulnerables, pero sobre todo por débil en institucionalidad y respeto a la ley que recae sobre nuestras autoridades.

Debemos preocuparnos e involucrarnos para prevenir, controlar y perseguir estas aberrantes prácticas. Este esfuerzo debe ser colectivo con la participación de la familia, las  iglesias, centros educativos en general, el gobierno y el congreso con políticas públicas adecuadas, la justicia y todas las organizaciones preocupadas por la niñez y un bienestar  común con calidad de vida para todos.

Para ilustración de nuestras debilidades e irrespeto a la constitución citamos los siguientes artículos: “Art. 2.- Soberanía popular. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa. 

Art.4.- Gobierno de la Nación y separación de poderes. El gobierno de la Nación es esencialmente civil, republicano, democrático y representativo. Se divide en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Estos tres poderes son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones. Sus encargados son responsables y no pueden delegar sus atribuciones, las cuales son únicamente las determinadas por esta Constitución y las leyes.

Art. 5.- Fundamento de la Constitución. La Constitución se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la Nación, patria común de todos los dominicanos y dominicanas.”

Cumplir los principios constitucionales, deberes y derechos, es la garantía para la seguridad ciudadana y un estado de derechos sostenible.

El Nacional

La Voz de Todos