Opinión

Infoseguridad

Infoseguridad

Danilo Medina Sánchez cumple su primer año de gobierno. Su ascenso al poder se considera como un punto de quiebra entre el gobierno considerado más corrupto en nuestra vida institucional, a cargo de Leonel Fernández, quien protagonizó el más grande despilfarro de recursos del Estado, que ascendió a los cuatrocientos mil millones de pesos en sus últimos seis meses de gobierno, según estudios del Consejo Económico, Social e Institucional que a diferencia en la actual  administración, llena de grandes expectativas, Danilo se mantiene con más de un ochenta por ciento de aceptación y reconocimiento ciudadano.

No obstante lo anterior, si evaluamos su desempeño en el importante tema de la seguridad ciudadana, salta a relucir el hecho de que mantuvo, por espacio de más  de 6 meses, a los mismos incumbentes al frente de los organismos de seguridad, continuando el derrotero de recrudecimiento de las actividades delictivas y el narcotráfico, además de poner en ejecución un plan refrito que había fracasado en la gestión de Leonel Fernández Reyna y del que se hizo un alboroto mediático para causar un impresión positiva, pero en términos reales y con toda franqueza el plan no arrancó, ni arranca todavía y en honor a la verdad sólo a cambiado el nombre.

¿Por que decimos que no ha arrancado? Primero, porque un plan para enfrentar la delincuencia y fortalecer la seguridad ciudadana precisa de gerencia estratégica con objetivos claros y definidos, segundo no se destino una partida presupuestaria para la aplicación del plan ni para ninguno de sus programas y operaciones; además  no se hizo una adquisición, debidamente licitada, de la logística, materiales, equipos de comunicación y vehículos, como soporte de la aplicación de dicho Plan.

Seguimos sin tener éxito manteniéndonos estancados en la usurpación de funciones y tareas policiales por parte de las Fuerzas Armadas, lo que más que fortalecer y apoyar, se ha convertido en una amenaza y conspiración contra la institucionalidad policial y su naturaleza de funciones; lo cual es violatorio a la constitución, a leyes orgánicas y a la democracia. Ya que el empleo de los militares en tareas de seguridad ciudadana pueden ser utilizadas solamente en situaciones de excepción contempladas en la Constitución.

Además se ha violentado su derecho laboral y otros derechos adquiridos, se discriminó a la mayoría de los agentes policiales en servicio, favoreciendo con más del doble del salario a agentes reclutas, recién egresados del Centro con solo cuatro meses de formación básica, cuando el rigor es un mínimo de seis meses. Y lo peor de todo es que no se cumplió con la anunciada mejoría salarial de las instituciones policial y militar, lo que sigue como una promesa o anuncio. Así mismo se han suspendido por dos años el único estímulo laboral acostumbrado, los ascensos.

Además solo se ha registrado aplicar como plan piloto en cinco provincias: el Distrito, Provincia Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y La Altagracia, cuando todo el país está en crisis de seguridad. El llamado efecto balón, que consiste en un desplazamiento de la actividad delictiva y criminal a otros sectores no intervenidos por el supuesto Plan.

El Nacional

La Voz de Todos