El bien gobernar es de sabios
Vale más hombre sabio que hombre fuerte, vale más el saber que el poder, pues la guerra se hace con buenos planes y la victoria depende de los muchos consejeros.” Proverbios 24. 5-
“El ideal de todo gran gobernante se formó pensando en los demás.” Anónimo
Jesucristo nos dice: “Si no hay buen gobierno, la nación fracasa”. Sin lugar a dudas la sabiduría y los buenos consejos son necesarios para gobernar bien, son las sabias decisiones de los gobernantes que engrandecen una nación.
Al igual que Cristo nos unimos a la filosofía de gobernar con sabiduría, así también lo manifiestan los pensamientos de: Sócrates, Platón, Aristóteles, Rousseau, Hobbes, Montesquieu, John Locke, Immanuel Kant, San Agustín, entre otros.
Gobernar es pues, administrar bien la cosa pública, impartir justicia y practicar la equidad. Esto, a su vez, requiere de dividir las funciones sociales en forma ordenada, de modo que algunos miembros produzcan alimentos, otros vestidos y otros den servicios.
Los grandes avances de la humanidad han traído consigo complejidad en la convivencia social, que sólo pueden ser resueltos interpretando los principios y valores de sabiduría y razonamiento que plantean estos grandes sabios de la antigüedad. Cuanto más avanzan las sociedades, más sabiduría y preparación requieren sus gobernantes; además, un alma buena, bella y justa; como defendía Sócrates.
Las personas preparadas son las que deben guiar el Estado y esto debe ser líderes para motivar los funcionarios y la sociedad en general, a mejorar sus capacidades y en cuanto a las personas que tiene un talento incentivar su desarrollo especial, creando oportunidades para que laboren cada quien en su especialidad.
Es aspiración de toda sociedad justa lograr que todos los funcionarios y servidores públicos basen su gestión en la meritocracia con principios éticos y morales para que todos lleguen a alcanzar el verdadero liderazgo y la satisfacción del deber cumplido.
La gobernabilidad es una consecuencia de los estados organizados, cimentados en un Estado de derecho y libertad. Todo gobernante debe basar su mando y autoridad en el respeto de los derechos humanos, destacando su liderazgo en la honestidad y transparencia de sus acciones.
En estos momentos la sociedad dominicana está de emergencia nacional por la crisis de todos los servicios y necesidades básicas. Por corrupción y el robo público.
Debemos dejar el individualismo y los intereses particulares. La participación es un derecho de todos. En situaciones extremas, como vive el pueblo dominicano, las decisiones en busca de soluciones deben ser extremas, pues ya no hay vacuna que funcione, solo resta operar, extirpar lo dañado de raíz, sin contemplación, sin diplomacia, sin sutileza, sin protocolo; pues razones y escándalos de crímenes y actos de corrupción evidentes están a la orden del día sin juicio ni culpables en República Dominicana.
Obliga a citar el caso de corrupción mediante fraude fiscal aduanero en Guatemala que se destapa con un monto de unos 250 mil dólares, que ha provocado la destitución y prisión de la vicepresidenta Roxana Baldetti. Consecuentemente, desafuero y juicio al presidente Otto Pérez Molina.
