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¿De qué está hecho el policía?
Andy Rooriey, cita en el libro “La Policía en las Relaciones Comunitarias”, lo que considera su utopía de un “Policía perfecto”. Describe las cualidades que considera esenciales en un agente de policía ideal, concluyendo que “si un ser humano tuviese los atributos necesarios para ser el policía perfecto, probablemente se dedicaría a otra cosa.

Le sería más fácil ser presidente”.
Cuando observamos a lo interno de la Policía Dominicana, nunca hemos visto más allá de los agentes que incurren en las malas actuaciones, sin tomar en cuenta que éstos sólo alcanzan un % mínimo de la totalidad del cuerpo policial, pero, realmente son la mayoría de los que dirigen y los más influyentes en el deterioro ético-moral que vivimos.

Cito versión aplatanada de “La personalidad del policía”: ¿De qué está hecho el policía? Él, dentro de todos los hombres, es el más necesitado y el menos deseado, es una persona a la cual se le dice señor en su cara y polizonte a su espalda. Debe ser lo suficientemente diplomático como para resolver las diferencias entre dos individuos y haciéndoles creer a cada uno de ellos que tiene la razón, en un instante debe tomar decisiones que a un abogado le tomarían meses, además debe ser el primero en llegar a la escena de un accidente y ser infalible en el diagnóstico del mismo. Debe ser capaz de restablecer la respiración, detener la sangre, entablillar y sobre todo cerciorarse de que la víctima regrese a su casa sin cojear, de lo contrario será demandado en la justicia.

El policía debe conocer y manejar todas las clases de armas, saber desenfundarla con rapidez, y hacer blanco donde no duela, debe ser capaz de vencer a dos hombres que doblen su tamaño con la mitad de su edad, sin dañar su uniforme ni ser brutal.
El policía debe saberlo todo y callarlo, debe saber dónde está el pecado y no pecar, debe con un sólo cabello humano, ser capaz de descubrir el crimen, el arma, el criminal y dónde está escondido. Si captura al criminal es un afortunado y si no lo captura es un inepto, si lo ascienden es que cuenta con influencias políticas o está enllavado y si no, es un hijo de machepa sin padrino.

La realidad que vive el policía: “El policía debe ser un sacerdote, un bombero, un trabajador social, un Félix Sánchez, un Marcos Díaz, un diplomático, un caballero, un médico, un psicólogo, un amigo, un abogado, un robot laborando 24/7 y sin derechos, es decir, debe ser un héroe, y por supuesto también tendrá que ser un genio porque debe alimentar a su familia y subsistir con el sueldo de un policía.” (140 dólares, una cuarta parte del salario promedio en América Latina que son 550 dólares y para colmo, también lo gana un policía haitiano).

Urge reflexionar e integrarnos a la conquista de una policía confiable, perfecta o ideal. Con presupuesto adecuado que proporcione salarios dignos-justos y calidad de vida para policías y militares.
“Sed justo es lo primero, si queréis ser felices” (Juan Pablo Duarte).
Dios les bendiga hoy y siempre.

El Nacional

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