Premio sin méritos II
No existe mayor frustración y desmotivación en cualquier persona, pero especialmente en niños y adolescentes: que no obtener el reconocimiento o premio, por un logro o un mérito ganado con mucho esfuerzo o grandes talentos. Comenzando por los padres que engañan a sus hijos al no pagar en premio ofrecido por sus excelentes calificaciones o cumplir cualquier tarea en el hogar. Continuamos con los dizques profesores que alteran las notas de estudiantes para favorecerlos por amiguismo, familiaridad o corrupción en perjuicio de los verdaderos talentos.
De igual manera pasa con los concursos de competitividad de productos o servicios para compras y contrataciones del Estado, que con mucha frecuencia se perjudican a los mejores competidores y más convenientes en precio y calidad para favorecer otros sin condiciones porque se impone la corrupción.
También están los casos de las elecciones en las diferentes candidaturas para ocupar los puestos electivos de las diferentes funciones públicas elegidas por votaciones, en que pocas veces ganan los mejores candidatos, sin que, para nadie sea secreto las intrigas, fraudes y violaciones a las normas que envuelve cada proceso electoral en nuestra República Dominicana.
Podríamos citar miles de ejemplos y cada lector puede hacer su propio listado, pero por último, quiero referirme a los concurso de belleza, ya que no siempre se eligen a las mejores candidatas.
La realidad que ha vivido y hoy se mantiene en peores circunstancias en nuestra mancillada República Dominicana pone de manifiesto la constante violación y contradicciones a nuestra carta magna y demás leyes, con sus principios jurídicos; permitiendo así, los privilegios y premios a favor de los peores ciudadanos que por lo general son los más mediocres, inescrupulosos, poderosos y criminales; lo que nos convierte en una sociedad injusta, desigual, corrupta y ausente de institucionalidad.
Para revelar lo percibido por un dominicano consciente, me permito citar el desahogo de Rafael Suárez: “Es que el Estado dominicano si lo observamos sin pasiones políticas y con objetividad nos damos cuenta que es una corporación mafiosa y criminal. Que está en constante actividad y no existe una sola Institución del Estado donde uno no perciba la mafia, donde no se respire corrupción, robo y actos delincuenciales, principalmente en sus altos funcionarios.”
Pero lo más indignante es la impunidad reinante frente a la corrupción, el robo público y demás violaciones. En otras palabras en una sociedad donde no hay régimen de consecuencia o ninguna sanción a las violaciones penales es evidente que la justicia no funciona o es parte de ese reinado de corrupción e impunidad.
La sociedad dominicana necesita levantarse en defensa de la meritocracia basada en la ética y probidad para revivir los sueños y la esperanza agonizante.
Debes entender que no tienes por qué inscribirte en una obediencia ciega o servicio esclavista sin derecho a libertad de pensamiento y opinión.
Recordemos las palabras de nuestro himno, “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo indolente y servil”. Himno Nacional dominicano.
“La unión del pueblo es imprescindible, como solución para cambiar radicalmente el sistema político podrido que nos corroe”. Solo el pueblo libera al pueblo ¡Despertemos!
