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Indignación en las FFAA y la PN, por Decreto 235-16

Como muchos recordaran, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional fueron enviados a Irak en la administración 2000-2004, como la Unidad Fuerza de Tarea Quisqueya en apoyo a la División Multinacional Centro Sur liderada por los Estados Unidos y destinada a la guerra en Irak, disposición del gobierno que en lo particular nunca estuve de acuerdo.

No estuvieron claras las razones de participar en ese conflicto bélico, además no se les garantizó ningún beneficio especial a las tropas dominicanas, mucho menos para sus familias que dejaron desprotegidas, a pesar de las múltiples promesas que el alto mando de ese entonces realizaron y nunca cumplieron.
Recientemente el Presidente de la República emitió el Decreto 235-16 mediante el cual concede la Orden al Mérito Militar con distintivo rojo a los soldados que participaron en la guerra de Irak, precisamente hace doce años del cumplimiento de esta misión, mérito del cual para el condecorado poder llevarlo en su uniforme, debe de incurrir en un gasto de miles de pesos a pesar del “sueldo cebolla”, en virtud de que las instituciones que les corresponde otorgarlas no lo hacen, estando obligadas a suministrar las medallas que por antigüedad o actos heroicos como éste manda la ley 21 de 1930.

Igualmente sucede con el certificado que avala dicha condecoración, el cual tampoco se les otorga a ningún condecorado en la actualidad, únicamente se proporciona entre jefes, a los relacionados y enllavados, situación que no ocurría en los gobiernos de Joaquín Balaguer y anteriores, permaneciendo esta desmotivación y falta de reconocimiento al mérito durante dos décadas.
No llego a entender como se atreven muchos a calificar de guardia y policía “moderna” a nuestras instituciones castrenses, ausentes de gerencia y liderazgo.

Se ha llegado a tanta inmoralidad dentro de las instituciones castrenses, en las que incluyo a la Policía Nacional, que hace inaceptable el que un grupo de policías se quedaran sin condecorar, lo que es una discriminación y exclusión a un derecho o mérito ganado por irresponsabilidad de los comandantes de las unidades que estuvieron al frente de esas tropas durante la operación, quienes debieron de gestionar esta condecoración hace muchos años atrás y no solo para un grupo privilegiado, si no para todos los miembros de la denominada Fuerza de Tarea Quisqueya.

Durante el proceso de lucha que llevo en reclamo de la dignidad y derechos de los Policías, junto a otros compañeros, se me han acercado miembros de las diferentes instituciones para manifestarme su gran decepción, por no haber sido reconocidos por sus labores meritorias durante su carrera y haber sido excluidos de los condecorados.

Sin embargo, la mayor indignación se debe a que se han incluido dos oficiales generales que fueron denunciados por abusar física y psicológicamente con reincidencia en contra de muchos de los soldados que formaron parte de dicha misión. Generales que debieron estar presos y juzgados por violación a los derechos humanos, hoy son premiados y siguen en funciones de alto mando.

Hacemos un llamado al Presidente Constitucional, al Ministro de Defensa y al Procurador General de la República por estas denuncias graves que resultan ser crímenes sin resolver.
Dios les bendiga hoy y siempre.

El Nacional

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