2017: Fin de la impunidad
La corrupción y la inseguridad son los principales males que amenazan la sociedad dominicana, situación que se agrava por la justicia ineficiente e irresponsable frente a los violadores de la Constitución y la Ley. Sin justicia la impunidad reina. Esperamos que el año 2017 que recién inicia sea el fin de la impunidad y que todos juntos decidamos sea proscrita la posición de vergüenza nacional e internacional de nuestra república.
Varios años consecutivos he venido evaluando cada año transcurrido, y cada caso se muestra el atraso y empeoramiento de nuestros males sociales que nos siguen colocando como vergüenza nacional e internacional en comparación con otros países.
Al final y comienzo de cada período de tiempo hay una oportunidad para hacer un nuevo plan de organización de vida y ser más fructíferos sin dañar a otros.
Es más que sabido nuestro sufrido atraso institucional, desde el origen mismo de nuestra república en el año 1844, pero, durante ese período, no creo que se haya dado una burla mayor de parte de los políticos y gobernantes, que la actual, por quienes están defecando sobre el pueblo dominicano y cobrándole por ello.
Solo pienso en las reveladoras líneas de nuestro himno nacional, las cuales sin duda alguna están inconclusas y urgentes de cumplirse. Ayer, esclavos de un yugo extranjero (españoles, franceses, haitianos, norteamericanos y otros), hoy, esclavos del yugo de mafias representadas por los políticos y gobernantes.
Invito a deliberar sobre estas líneas que expresa nuestro Himno Nacional: “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo indolente y servil”.
También me llama citar a Duarte: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones.” Otra cita del patricio y es en la cual a todos ustedes les toca jugar un papel importante: “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria.”
Seguimos vergonzosamente aguantando los abusos y burlas de los poderosos que usurpan la soberanía del pueblo que trabaja honestamente.
Es vergonzoso y lamentable que los dominicanos hayan perdido el orgullo patrio y el amor por nuestros patriotas fundadores. Pues cada vez menos se respetan los símbolos patrios, baluartes de nuestra identidad.
La corrupción coloca nuestro país con peores resultados en la inversión de nuestro presupuesto.
Somos campeones por la ausencia de sensibilidad humana que tienen nuestros gobernantes, quienes descuidan los sectores más vulnerables de la sociedad: enfermos catastróficos, discapacitados, niños, jóvenes, madres solteras y ancianos.
Tenemos el corrupto más destacado del mundo y suelto. Corrupción pública y privada; despilfarro, incumplimiento de las leyes sin consecuencias, porque la justicia no funciona y en un país sin justicia, todo puede suceder.
Somos el país donde menos se valora la meritocracia y la planificación, siendo los reyes de la improvisación y el desorden.
Los culpables de la desvergüenza e irresponsabilidad dominicana, son evidentes, están sueltos y tienen el máximo poder.
Sigue siendo mi deseo un feliz año 2017 con indignación y fin de la impunidad.
Dios les bendiga siempre.
