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¿Quién responde incógnitas de Haití?
La patria es el hogar común de los habitantes de una nación, que están unidos por un territorio definido, costumbres, culturas, por una constitución y leyes que la organizan a través de un gobierno y demás autoridades en los diferentes poderes públicos establecidos.

Eso lo podemos simplificar en la palabra Dominicano o Dominicanidad, ese sello, esa marca, que nos hace únicos en el mundo y que lo simboliza nuestra bandera, nuestro escudo, nuestro himno, nuestra historia, nuestra costumbre, nuestros gustos, nuestro merengue, nuestra bachata, nuestro lema (Dios, Patria y Libertad) y muchos otros valores, como serian las guerras independentista y restauradoras con sus protagonistas, nuestros patricios, libertadores y fundadores de la República Dominicana.

Todo esto que nos hace verdaderamente Dominicanos y que lo legitima como un Estado independiente. Hoy están mancillando, hiriendo, traicionando, negociando la soberanía del pueblo Dominicano de manera irresponsable, aviesa, diabólica con el único objetivo de blindarse de impunidad frente al caso Odebrecht, Punta Catalina, complaciendo a los organismo internacionales y los países poderosos.

Mi mayor preocupación es el cliché de apelar a la xenofobia, racismo, falta de solidaridad y violación a los derechos humanos. Todos ellos son argumentos de chantaje, de encubrimiento, de irresponsabilidad y hasta de traición, usados por la mayoría de los que se denominan pro haitianos, quienes son beneficiarios y negociantes de las ayudas, las dádivas que ofrecen los organismos internacionales teniendo detrás los países poderosos.

Son incalculables las interrogantes sin respuesta en torno a la historia común del “Estado haitiano frente al Estado dominicano”. En estos momentos de tantas convulsiones, diatribas, disidencias, conflictos violentos provocados por el desorden migratorio en la República Dominicana, nos obliga como Estado a darles respuesta. Pues, seguir ignorando estas incógnitas por más tiempo y agravándolas con el secretismo, la irresponsabilidad, la complicidad, la ocultación, aumentarán las amenazas y se dificultaran las soluciones.

República Dominicana no tiene deudas con el pueblo haitiano, muy por el contrario el pueblo haitiano, sus gobiernos y sus élites sí la tienen y son los beneficiarios de la pobreza, el abandono y el desorden institucional en que hoy vive ese Estado fallido. Urge dar respuesta:
¿Dónde están la mayoría de los oficiales que conformaban el ejercito haitiano?
¿Dónde están las armas del ejercito haitiano?
¿Dónde están convictos escapados de las cárceles haitianas?
¿Qué pasa con la falta de registro?
¿Por qué no se hacen registro de actas de nacimiento, de cedulación e identificación en general de los nacionales haitianos?

¿Por qué la legalización de invasores ilegales?

¿Por qué ceder nuestra medicina, nuestra camas en los hospitales, nuestras escuelas, nuestros empleos?
¿Dónde están los expertos en espionaje e inteligencia del ejercito haitiano y dónde viven?
¿Tiene el DNI y la cancillería con las demás autoridades dominicanas respuesta a todo esto?
Las autoridades haitianas, sus élites y el mismo pueblo no agradecen, nos difaman, nos calumnian, nos amenazan, nos invaden, depredan nuestro medio ambiente y recursos naturales, nos enfrentan constantemente en todo los escenarios internacionales. Por Juan Pablo Duarte y el futuro de la patria ¡Oh pueblo dominicano, reflexionemos!
Dios les bendiga siempre.

El Nacional

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