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En días recientes han sido publicados una serie de artículos calzados con la firma de Oscar Quezada en el prestigioso matutino El Caribe, donde se recogen opiniones vertidas por él y diferentes representantes de la sociedad civil.

Entre los titulares publicados citamos “Los privilegios de los exgenerales son ilegales”, “Exgenerales no dan la cara, pero defienden privilegios”, “Percival afirma que exgenerales utilizan guardias de chopos”, “Sociedad civil urge disolver privilegios de los exgenerales”, “Privilegios: La Policía es menos estricta con quienes fallan. En las FFAA son más severos con faltas”.

El tenor de los artículos en mención es el de plantear la disolución  urgente de alegados privilegios, falsamente señalados como ilegales, pero que en realidad son beneficios establecidos por la ley, de que disponen los oficiales generales en retiro, de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Es importante señalar que el término exgeneral es despectivo y discriminante y sólo se aplica a los cancelados o condenados en justicia, pues conforme a nuestra legislación no se pierde la condición de general, sólo en las excepciones antes mencionadas.

La Ley Orgánica de la Policía Nacional,  96-04, establece: “Art. 110.- Monto.- El monto de la pensión será igual a tantas treintavas partes del sueldo y asignaciones que más le favorezcan al causante, de los cargos o funciones que haya desempeñado como años de servicios válidos que para el retiro pudiere acreditar. Párrafo.- Los miembros de la Policía Nacional puestos en situación de retiro conforme al Artículo 95, disfrutarán de una pensión igual al sueldo total. Art. 114.- Prestaciones.- En todos los casos en que miembros de la Policía Nacional fueren retirados, además de la pensión acordada por la ley, recibirán una suma de dinero de acuerdo con la escala establecida por el Instituto de Seguridad Social de la Policía. Art. 134.- Reconocimiento.- Los oficiales generales, coroneles, mayores en situación de retiro disfrutarán de los mismos reconocimientos y prerrogativas que los activos.”.

A una sola voz, voceros y ejecutivos de organizaciones no gubernamentales de la llamada sociedad civil y a las que siento pertenecer pero que en esta ocasión no los comparto, han manifestado su deseo de disolver o suprimir los supuestos privilegios “irritantes” de que gozan los generales retirados, pero sin decir razonamientos legales ni justificados, lo que muestra una gran carga de resentimientos o desconocimiento.

Sin embargo no destacan los militares y policías al servicio de los políticos, empresarios y sus socios narcotraficantes y del crimen organizado ni tampoco se han enfocado en los privilegios o beneficios multimillonarios de congresistas y demás funcionarios que bien conocemos.

Censuramos toda forma de corrupción, abuso de poder, violación de derechos, sectarismo, privilegios contrarios a la ley y al escalafón, pero sobre todo, el uso de los recursos humanos en tareas particulares y ajenas al servicio esencialmente de seguridad ciudadana, que es donde realmente debió enfocarse esta cronología de escritos y análisis, no criticando los beneficios bien ganados por más de 20 años de servicio de los generales en retiro y establecidos por ley.

El Nacional

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