Opinión

Intromisión

Intromisión

El encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos ha incurrido en flagrante acto de intromisión en el fuero soberano de República Dominicana, al señalar que su país no está de acuerdo “con la manera y el momento” en que se restablecieron relaciones diplomáticas con China.

Ninguna ley, convenio u ordenamiento internacional obliga al Gobierno dominicano a solicitar la anuencia de Washington para iniciar o interrumpir nexos con terceros países, por lo que resulta irrelevante la objeción planteada por el señor Robert Copley.

El Gobierno dominicano está compelido a rechazar de manera absoluta y tajante la afirmación del embajador estadounidense, de que la apertura de relaciones con China afecta la estabilidad en el estrecho de Taiwán, como si el conflicto por la soberanía de la isla de Formosa dependiera de esta pequeña nación caribeña.

La clara intromisión del señor Copley en asuntos domésticos es aún más ofensiva porque fue cometida durante una audiencia concedida al diplomático por el Presidente de la Republica, quien seguramente ha debido rechazar ese tipo de injerencia.

El embajador de Estados Unidos debería saber que el Estado y el Gobierno dominicanos poseen calidad, autoridad y competencia para garantizar que las inversiones extranjeras cumplan con leyes nacionales y estándares internacionales respecto a la preservación del medio ambiente y de los derechos laborales.

Corresponde al Gobierno dominicano adoptar las providencias de lugar para que posibles créditos o inversiones procedentes de la República de China garanticen las necesidades de las comunidades donde se asienten, por lo que salen sobrando las advertencias que en ese sentido formuló el señor Copley.

Se ignora si algún embajador de Estados Unidos en Costa Rica o Panamá ha objetado que esas naciones restablecieran relaciones con China o acusado a sus gobiernos de afectar la estabilidad del estrecho de Taiwán, pero en lo que atañe a República Dominicana, el Gobierno está obligado a rechazar ese tipo de intromisión.

Si China cumple o no promesas de crédito y cooperación, es asunto que debe dilucidarse en el marco de las relaciones entre dos naciones soberanas, aunque se agradece la previsión de incumplimiento que formula el señor Copley, pero se rechaza su denuncia de que esos nexos afectan la estabilidad de Taiwán, por considerarla como intromisión en el fuero soberano dominicano.

El Nacional

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