Opinión

 Introspección sobre la derrota republicana

 Introspección sobre la derrota republicana

(1 de 2)

La victoria de Barack Obama en los pasados comicios presidenciales de los Estados Unidos, no sorprendió prácticamente a nadie. De antemano se sabía  que los republicanos perderían, pues en sus primarias evidenciaron que no tenían propuesta presidencial para competir. Ninguno de sus potenciales candidatos  llenaba ni mínimamente las expectativas de un electorado al tris de la decepción, debido a que el presidente no pudo cumplir sus promesas.

Imposibilidad que precisamente fue inducida por los representantes republicanos, aprovechando su mayoría mecánica en la cámara baja.  Pienso que la selección de Mitt Romney se debió a que, según los estrategas del partido que hoy es una afrenta para la memoria del prócer Abraham Lincoln, era el menos malo. Sin embargo, la insensatez y el fanatismo se constituyeron en el talón de Aquiles de su candidatura. El problema siempre fue de fondo; es decir, no importaba quien fuera nominado. La reelección de Obama estaba sellada.

Luego de que el titular del Ejecutivo cargara con los platos rotos de la desastrosa e ignominiosa gestión anterior de George W. Bush, los paquidermos solamente debían ofertarse como los dolientes del pueblo. Pienso que la diferencia se personificó en el viejo roble derechista, Ron Paul, quien en un debate, ante la pregunta de si debía legalizar el matrimonio homosexual, respondió que “habría que buscarle una salida, pero que no se le llamara matrimonio, puesto que la unión conyugal  es un sacramento eclesiástico. Además, se pronunció en contra del gasto militar fuera de la nación, y favoreció  el resguardo de las fronteras.

Sin embargo, el sector más reaccionario de la ultraderecha representado por el “Tea Party”, decidió apoyar sin reservas a los pre-candidatos más radicales: Newt Gingrich, Rick Santorum y Mitt Romney, resultando victorioso Romney. Pero los electores republicanos quedaron decepcionados con los resultados, situación que posteriormente Romney empeoró, cuando cifró sus esperanzas de triunfo en el  radicalismo de los magnates del empresariado y el apoyo de la iglesia…

El Nacional

La Voz de Todos