Opinión

IoT: ¿cómo será el hogar del mañana?

IoT: ¿cómo será el hogar del mañana?

Sensores y electrodomésticos capaces de autorregularse y comunicarse entre sí. Smartphone como centro de operaciones remotas. Tostadoras capaces de buscarse otro dueño en caso de sentirse subutilizadas. Esto y más será posible con Internet de lasCosas (IoT), un concepto aún en su infancia.

Por separado, y quizás con la excepción del ejemplo la tostadora, algunos de estos elementos no son del todo nuevos: sensores han existido desde hace años, lo mismo que sistemas automáticos que con uno o varios botones pueden controlarse remotamente, sin necesidad de actividad física por parte del usuario. La novedad aquí es que IoT unifica las cosas y las centraliza en un aparato omnipresente: el smartphone.

¿Cuáles son los beneficios del Internet de las Cosas? Ahora mismo es posible que el impacto no se vea tanto, pero algunos ejemplos bastan: con el smartphone el usuario puede verificar remotamente que todas las kuces en la casa estén apagadas y las puertas cerradas. Por esa misma vía puede asegurarse de que las alarmas están debidamente instaladas y que en general no hay riesgo de robos o siniestros por algún descuido.

En la actualidad, sobre todo en países como República Dominicana, donde no hay aún las condiciones para que se masifique ese tipo de tecnologías, la forma de revisar estas cosas es manual.

Internet de las Cosas tiene muchas vertientes, pero al final el objetivo es uno solo: desarrollar un hogar tan inteligente que nunca haya que preocuparse por revisar las instalaciones físicamente. Los sensores -de movimiento, calor y otros- son una parte importante de la ecuación, lo mismo que cámaras que todo lo graban y conexiones Bluetooth y Wi-Fi que permiten la comunicación entre electrodomésticos y con el smartphone.

Por supuesto, IoT no se limita al hogar, y por eso se ven aplicaciones en hoteles y oficinas. El elemento común en cada escenario sigue siendo el smartphone, un aparato que con el tiempo seguirá evolucionando hacia algo más potente porque así lo demandan las circunstancias.

¿Veremos IoT aplicado algún día en República Dominicana y otros países del área? Aunque no tan común, hay servicios de domótica disponibles en el país, con aplicaciones sobre todo en condominios modernos, de reciente construcción, que van dirigidos a la clase alta de la sociedad. Como suele ocurrir, las grandes masas no tienen acceso inmediato a tanta innovación, pero, como todo, será cuestión tiempo.

Más que el posible alcance, el verdadero punto de preocupación de IoT yace en cuestiones de seguridad. En un mundo ideal sería maravilloso estar rodeados de tanta comodidad y automatización. En el mundo real, sin embargo, tenemos hackers acechando la menor oportunidad para hacer estragos. Y en el caso local, los apagones son otra constante a tomar en cuenta.

El Nacional

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