JERUSALÉN, ISRAEL, (AP).- Centenares de feligreses musulmanes visitaron el domingo la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, luego de que Israel reabrió el complejo tras un cierre fuera de lo común en respuesta a un tiroteo fatal que generó temores de más violencia.
Por primera vez en decenios, Israel cerró el viernes el acceso al sitio _conocido como Noble Santuario entre los musulmanes y Monte del Templo entre los judíos_ luego de que tres ciudadanos árabes de Israel dispararon en el sitio sagrado, matando a dos policías. Los tres fueron muertos a tiros en el complejo.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que después de consultas con funcionarios de seguridad el sitio sería reabierto el domingo por la tarde con mayores medidas de seguridad, incluso detectores de metales en las entradas y más cámaras de vigilancia.
Para el mediodía, la policía reabrió dos de las puertas de acceso al complejo para permitir el ingreso de los feligreses a través de los nuevos detectores. La policía dijo que algunos se negaron a pasar a través de los detectores y optaron por orar fuera del complejo, pero pese a preocupaciones de que las nuevas medidas pudieran demorar el movimiento y desatar nuevas tensiones, la policía dijo que todo parecía estar funcionando sin problemas y que 200 personas ya habían pasado.
Israel no coordinó los cambios con el gobierno de Jordania, que sirve como custodio de los sitios musulmanes en el complejo, dijo un funcionario jordano.
La posición oficial de Jordania es que cualquier cosa instalada en el sitio debe ser aprobada por la Waqf, administración musulmana, y que no puede cambiar el statu quo, dijo el funcionario, que habló a condición de preservar el anonimato.
El ministro palestino de Jerusalén Adnan Husseini llamó a que las medidas de seguridad regresaran a lo que eran antes del ataque, afirmando que el mismo no debería “ser usado como excusa para cambios”.
