Opinión

Jesucristo y los “carismas”

Jesucristo y los “carismas”

Voy oyendo y leyendo ya demasiado que el Movimiento Carismático pretende neutralizar y desplazar al Movimiento de Liberación en la América Latina. Desde ahora mismo rechazo semejante intención política en un movimiento de indiscutible eclesialidad. Pero eso no es motivo para que uno no exprese lo que, justa o injustamente, se dice y escribe del MC.

Para muchos no hay duda que el MC concientiza  sobre el sentido “vertical” de la vida humana y sobre la capacidad del hombre para entrar en contacto vivencial con Dios. Algo para lo que el pueblo Iatinoamericano estaba bien sensibilizado desde siglos como lo muestra aun su religiosidad popular tan rica y extendida.

Pero no sucede lo mismo en cuanto al sentido “horizontal” de la vida de los hombres latinoamericanos.

De ahí que muchos interpreten que el Movimiento Carismático está muy alejado de la Pastoral Social de Medellín y aun de Puebla. Que relativjza demasiado las cosas y estructuras de este mundo y no se empeña en modificarlas y cambiarlas en lo que tiene de opresión ofensiva del hombre, Se habla inclusive de que los que en el MC tienen auténtico compromiso social con los pobres y alienados lo hacen un tanto pater nalísticamente; y con una acción demasiado episódica, desorganizada y asistencial.

No es al Movimiento Carismático solo a quien se hacen esas objeciones. Se hacen también a otros muchos movimientos seculares.

Sobre todo el MC suele enfatizar tener en el Evangelio los mejores argumentos para mostrar que su mística y espiritualidad son también “horizontales” tanto o más que “verticales”. Que la acción del Espíritu Santo hoy tiene que denunciar las estructuras de pecado. Y no sólo tiene palabras contra el pecado social de nuestros pueblos, sino que presenta obras. Y se suele poner como ejemplo convincente el carisma de “curación” que creciente popularización en nuestros pueblos.

Algunos de los cada vez más numerosos protagonistas del poder de curación están demasiado convencidos de que con él están cuestionando  la política sanitaria en los países pobres del tercer mundo. Pues en América Latjna  la medicina no llega a  los pobres y marginados, sino que va siendo cada día más un privilegio de los que disponen de dinero. Pues son caras las consultas médicas lo mismo que las medicinas y el internamiento. Con la difusión y multiplicación del carisma de ”curación”, se resolvería el problema. Pues el servicio de curación sería gratuito, sobre todo para los pobres pobrísimos que son las inmensas mayorías de  campesinas y  suburbanas.  ¿No cabría entonces lograr también el usufructo del Carisma, que también Cristo usó, de “muItiplicar” los panes y los peces? y ¿No cabría luego pedirle a Dios “carismas”  para resolver nuestros problemas? Y ¿no significaría esto que Dios da un golpe de estado a la Humanidad y asume el Gobierno y la Administración directa de la vida, liberando a los hombres  de las exigencias del Derecho Natural y de las que añaden las distintas “fes” religiosas?

El Nacional

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