Opinión

José Joaquín Puello

José Joaquín Puello

Sabe usted quién es José Joaquín Puello? ¿Alguna vez lo ha visto? ¿Ha compartido un café con él? ¿Sabe usted que es médico, deportista y alguna vez político, donde debe estar su mayor frustración y desacierto? ¿Alguien le dijo que se graduó de médico con honores y que luego marchó al extranjero a continuar su preparación en universidades y hospitales prestigiosos de Oxford, Londres, Estados Unidos, etc., donde también alcanzó distinciones académicas envidiables? ¿Ha sido usted paciente del doctor Puello en cualquier centro médico público o privado? ¿Usted ha sido uno de los cientos y cientos de hombres, mujeres, niños y niñas que han sido asistidos gratuitamente por el doctor Puello? ¿Se considera usted amigo de José Joaquín Puello? Si es así, considérese un afortunado porque ha tenido el privilegio de conocer un ser humano extraordinario.

Yo sí sé quién es, yo si lo he visto muchas veces, yo si he compartido un café y una que otra tertulia donde expresa sus preocupaciones políticas, sus anhelos de justicia y libertad; su aspiración a un sistema de salud con un presupuesto de 200 o 300 mil millones de pesos al año, es decir, 5 o 7% del Producto Interno Bruto, como en muchos otros países, para que los hospitales donde acuden los pobres no sean depósitos de enfermos que terminan en la morgue sin necesidad

Lo conozco hace muchos años; no tanto como me hubiera gustado, pero me considero su amigo. Le suelo enviar desamparados de la fortuna al consultorio y al hospital, recibiéndolos y tratándolos con dignidad, sin recibir a cambio un solo centavo.

En el Comité Olímpico que presidió durante años hizo un gran trabajo por el deporte. En el campo internacional, como dirigente y médico se ganó un espacio y un prestigio por su capacidad y honradez que aún perdura.

La República Dominicana no tiene muchos con el nivel y la experiencia del profesor, maestro de maestros, como elneurocirujano, como José Joaquín Puello, con casi 60 años de estudios y ejercicio profesional.
Un hombre así, de tantos conocimientos, de tanta buena práctica médica y de tantos aportes a la sociedad, el Gobierno no puede ponerlo en la puerta de un hospital y darle una patada para que caiga derrotado en San Juan de la Maguana, donde nació, como si fuera un desecho.

El Estado jubiló sin consultar a los médicos de mayor nivel profesional y experiencia por “viejos” o por interés político. No fueron sustituidos. Los hospitales donde laboraban se quedaron sin el talento, conocimiento y experiencia que ellos aportaban cotidianamente. ¡Una barbaridad! Entre esos doctores se encuentra José Joaquín Puello a quien luego intentaron maltratar y ofender, sin éxito, claro está, porque no lo permitió.

El Nacional

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