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Juan Bolívar firme en simpatías verde

Juan  Bolívar  firme en simpatías  verde

 

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La situación política del país en el régimen “de los 12 años” de Joaquín Balaguer le complicó la existencia a muchas figuras de la oposición y también de la prensa.

Uno que la pasó difícil fue el periodista Juan Bolívar Díaz, quien pudo escapar con vida de un atentado en su contra en ese convulsionado período.

Cuidar de su integridad física impidió que el actual productor general de Uno + Uno estuviera presente cuando el equipo de sus amores, las Estrellas Orientales, conquistó su última corona en la pelota profesional de la República Dominicana en la campaña de 1967-68.

“No pude asistir. Había una situación de terror en el país, de mucha tensión, un terrorismo de estado”, dice Díaz, quien para entonces había regresado de México, donde realizó estudios de periodismo.

Más de una década atrás, en 1954, Juan Bolívar fue uno que junto a su padre Juan Díaz (Nico), estuvo entre miles de fanáticos en las gradas cuando los verdes obtuvieron su primer título en la época del béisbol de verano que se jugaba bajo la luz del sol.

“Fue un domingo en la mañana”, recuerda el profesor universitario que todavía tiene en la memoria el buen desempeño del lanzador venezolano José -Carrao- Bracho y del cubano Wenceslao González.

Nacido en el batey Doña Ana en Consuelo, San Pedro de Macorís, el articulista del periódico Hoy afirma que su padre y el ambiente en el que se crió le convirtieron en un simpatizante de las Estrellas.

“Crecí en San Pedro de Macorís. Mi papá era bodeguero en esa época y lo trasladaban de una localidad a otra, pero yo siempre estaba al tanto de lo que ocurría en la pelota”, señala el antiguo director de El Nuevo Diario.

Conocer las informaciones sobre el campeonato era lo que podía hacer Juan Bolívar, pues no se convirtió en visitante frecuente al estadio porque hubo un tiempo en el que los recursos escaseaban y otro en el que chocó con las restricciones que imponía un poderoso régimen que restringió las libertades de sus opositores.

“Tenía mis limitaciones, en un tiempo fueron económicas, pero después fue porque no podía exponerme por la situación que se vivía en el país”, argumenta, aunque “No me considero un fanático furibundo, pero si un simpatizante firme”, manifiesta el veterano comunicador.

A los hermanos del catedrático del periodismo también les gusta el equipo oriental, pero Juan Bolívar no ha corrido la misma suerte con sus descendientes, pues aunque a Hilda no le interesa el béisbol, Gabriel, Julio, José Yude y Jennifer tienen inclinación por los Tigres del Licey.

Como todos los fanáticos de las Estrellas, Juan Bolívar ha padecido la sequía del club. Los fracasos y derrotas las ha sentido, sobre todo ciertas que considera inconcebibles, pero luego de hacer un recuento de algunas situaciones recuerda la más reciente visita de los verdes a la serie final hace dos años cuando los Gigantes le apartaron del camino para conquistar su primera corona.

“En el 2015 el equipo pegó 29 hits y anotó 18 carreras en los dos primeros juegos. Esa ha sido la experiencia más frustrante para mí, porque pensé que con (Robinson) Canó en el equipo ganaríamos”, afirma el analista político del matutino Hoy.

“En esos dos primeros encuentros estaba atormentado fuera del país y regresé con la ilusión de ver mi equipo ganar. Asistí al estadio, pero el equipo perdió cinco de los últimos seis partidos”, se lamenta.
Resalta los campeonatos de 1975 y también en el 2000, dos finales que se extendieron al máximo, pero en ambas, las Águilas Cibaeñas se quedaron con el título.

“En el 2000 creí que ganaríamos, esa vez me encontraba en Oriente Medio y me entristecía pensar que no vería la coronación”, añade. Y agrega que “hubo un año (1982) cuando dos lanzadores (Jim Lewis y Steve Bedrosian) sufrieron un accidente en la ruta de regreso a San Pedro de Macorís y eso perjudicó al equipo”.

Juan Bolívar asume las derrotas con filosofía y por eso proclama que los fanáticos de las Estrellas tienen ventaja sobre los demás.

“Sabemos ganar y perder. Las derrotas no nos aplastan porque hemos perdido mucho y siempre seguimos hacia adelante”, dice.

El Premio Nacional de Periodismo del 2014 piensa que las Estrellas un día serán campeones y espera verlo.

De sus jugadores favoritos destaca a Alfredo Griffin, de quien afirma que el juego de José Reyes se lo recuerda, pero su mayor simpatía en estos tiempos ha sido por Manny Ramírez, así como Pedro Martínez y David Ortiz.

“Me encantaba Manny a pesar de sus locuras”, sostiene al tiempo que se asombra por la clase de pelotero que es el pequeño José Altuve.

El ex director del noticiario de Tele Antillas no tiene simpatía en particular por uno de los equipos de las Grandes Ligas, pues prefiere los que tienen mucho tiempo sin ganar como los Cachorros el año pasado, los Astros en la finalizada temporada, también los Indios y estuvo con los Medias Rojas cuando en el 2004 pusieron fin su mala racha de 86 años sin un título.

“Boston tenía más de 80 años sin conseguir un campeonato, los Cachorros 108 y los Medias Blancas también mas de 80, así que el momento de las Estrellas está cerca”, manifiesta.

Juan Bolívar no asiste con frecuencia al estadio, pero sigue los juegos por televisión, pues lo ve mientras se ejercita en una caminadora que tiene en la casa.

Y es casi seguro que si los verdes tienen el chance de ganar, en esta oportunidad él estará en el estadio, pues las condiciones de hace 50 años han desaparecido.

“Sería una gran cosa ganar en este año del movimiento verde”, destaca al finalizar la entrevista para dedicarse a otros trabajos en su oficina.

 

UN APUNTE

Jugadores orientales
Recuerda de los conjuntos de las Estrellas a Ricardo Carty, Silvano Quezada, Manuel Emilio Jiménez (el Mulo) y Rafael-Gallo- Batista, a quien considera un símbolo del equipo; también Alfredo -Chico- Conton, un nativo de Consuelo.

Rolando Guante

Columnista especializado en béisbol, baloncesto y voleibol con más 30 años de experiencia, escritor de Reporte de las Mayores en El Nacional. Orgullosamente de Haina.