Difícilmente a una persona de 23 años se le ponga en sus manos dirigir una banda mixta y sinfónica en el majestuoso escenario de Chavón.
Cuando terminaba el CD de Sergio Vargas interpretando a Luis Días que contenía a “Marola” y otros mas, el diminuto de estatura, pero gigante de talento y nobleza, Juan Valdez Ivet, aceptaba el reto que la vida le puso y que a mí me tocó, sin ninguna duda de su seriedad, entregarle la batuta del concierto El Reto.
Fue algo histórico, se repletó el lugar y llegaron hasta a tumbar las entradas al mísmo. Juan se creció y se puede decir que a partir de ahí nació otro Juan. Cuando a los jóvenes se les entrega la oportunidad, a sabiendas de la capacidad que tienen, demuestran con los hechos su casta, su valía, lo que son.
No me averguenzo en decir que Sergio, como intérprete, y Cholo, como productor y estratega del concierto y de su carrera, ayudamos a que el pequeño Valdez creciera por encima de sus contemporáneos y de los conocidísimos que ya existían.
Nunca ha sido reconocido o galardonado con ninguno de los premios que existen en República Dominicana, nunca, a pesar de que premian el merengue del año y el cd del año y no premian quién los ha hecho.
Sírvase estas líneas para que la generación de ayer y de hoy se sientan orgullosos de su nacionalidad.
En la bachata y en el merengue están los pasos firmes de este joven señor y es bueno aclarar que la salsa moderna dominicana se le debe a él fundamentalmente. Que cuando quiso cobrar lo que se merecía salieron huyendo hacia donde otros arreglistas, a darle de beber a otros. Varios se han fortalecidos con sus trabajos. El pop y otros colores acercando a los jóvenes a este género musical.
Profesor en el Conservatorio Nacional de Música en lo popular, nos dice de la gran cantidad de talentos jovenes, y nos menciona a Orlando Faxas, entre otros.
Así son los artistas, cuando están abajo lloran y cuando están arriba patean.
