Noes la oposición únicamente, una gran parte de la sociedad está preocupada por quiénes serán los nuevos miembros de la JCE.Hay legítima sospecha sobre la intención para escogerlos con un perfil político como se hizo en el 2010.
En 1994 las fuerzas políticas pudieron concertar para escoger a quien condujo con imparcialidad las elecciones que llevaron al PLD al poder en 1996. Ahora también es posible conseguir un Juez con la idoneidad de César Estrella Sadhalá.
Hay personas apartidistas capaces de hacer el trabajo que se requiere para dirigir un proceso electoral transparente, pero no se oculta la resistencia para seleccionarpersonas neutrales, argumentando que “todos somos políticos”.
Se percibe en sectores vinculados al oficialismo la oposición a cualquier entendimiento para evitar los cuadros políticos como jueces electorales. Se aduce que los Senadores, atendiendo esas sugerencias, delegarían sus funciones y que sevulnerarían derechos constitucionales al rechazar cualquier político por esa condición.
Sorprende este “celo” con la Constitución, actitud que no demuestran como legisladores cuando crean leyes en su propio beneficio, especialmente, para incrementarse salarios. La actitud crea suspicacia, haciendo presumir poca transparencia en los procesos futuros.
Un partido tiene abrumadora mayoría senatorial, cuenta con facultad legítima para escoger los miembros idóneos de la JCE o imponer los de conveniencia particular como aconteció en el 2010, cuando se impuso como Presidente a un miembro destacado del Comité Central del PLD.
Se escogió también un miembro de la oposición entre los demás componentes del tribunal, pero los otros jueces pertenecían a los partidos aliados que formaban el quórum avasallante del oficialismo, y por añadidura, el Presidente del Tribunalno facilitó conducirloen forma colegiada, se manejópersonalmente con parcialidad dictatorial en favor de los intereses de su partido.
Por: Eurípides Antonio Uribe Peguero
